viernes, 10 de febrero de 2012

Hablan los huesos. Reinterpretacion a partir de las osamentas de Mujeres Nordicas.



De acuerdo con un nuevo artículo publicado en la revista Europa medieval por Shane Mc Leod ,el concepto de los invasores nórdicos varones que migran y atestiguan su presencia a través de la Inglaterra de los siglos IX y X se podria considerar potencialmente incorrecto y sesgado. Sostiene en su articulo que con base a lo hallaado en pruebas en los entierros, las mujeres eran iguales en efectivos si no superaban en número a los hombres en estas migraciones,. dando lugar a una nueva interpretación de la migración y andanzas de los nórdicos. La evidencia textual de la invasión de los nórdicos en el Reino Unido nos ofrece nota de la presencia de las mujeres y los niños que las acompañaban en algunos de los grupos invasores, pero sobre todo se centran en el elevado número de guerreros de estas huestes y no todos tendrian porque ser varones. McLeod afirma que había más mujeres de lo que antes se pensaba a partir del análisis del esqueleto de estos enterramientos que es lo que suele tomarse como base, y esto requiere una reinterpretación nueva de la invasión de los nórdicos.

Las evidencias textuales de los registros de Inglaterra, registran dos grandes invasiones de los nórdicos en las postrimerias del siglo IX y inicios o mediados del X. La primera fue durante el 870, en el que tres reinos anglosajones en el este de Inglaterra, fueron invadidos. Durante esta invasión, nunca se haya que los registros se cuiden de mencionar entre las huestes de los nórdicos la presencia de las mujeres o los niños. La segunda invasión tuvo lugar durante el 890 . Los registros hablan de la toma de rehenes o el secuestro de un número de niños nórdicos de Londres. Las esposas de los nordicos también se mencionan, con especial referencia a la captura del líder de los nórdicos Haesten y su esposa. "Luego vinieron las tropas del rey, y derrotaron al enemigo, se rompió la defensa, y se tomó todo lo que era del mismo dinero, mujeres y niños, y se llevó a todos a Londres". Más allá de este hecho y resgistro, no hay cuentas exactas de la proporción de hombres y mujeres entre los nordicos. En 1087 dC, en Domesday y segun dictan los registros que muestran las propiedades o haciendas nordicas, encontramos que había 400 asentamientos o registros de propiedad en Inglaterra a cargo de hombres nórdicos y sólo 21 de ellos podrian estar regidos por las mujeres,aunque esto no es comparable ni atribuible en modo alguno a la relación real entre hombres y mujeres existentes en la poblacion de nordicos en esa epoca . La falta de mujeres también ha sido discutida a través de las evidencias arqueológicas y los analisis esqueléticos. Las excavaciones de los cementerios nórdicos en Repton y Heath Wood reveló que sólo el 17% eran mujeres, y un análisis posterior de la fosa común en Repton encontraron que los restos de mujeres son más propensos a pertenecer a la raza anglosajona que a las hembras los nórdicos. La evidencia arqueológica de la presencia de las mujeres es también escasa, con presencia de algunos de los broches ovales achacados a los nordicois que se encuentran en todos los sitios con presencia de nórdicos en Inglaterra y no siempre ligados a la mujer nordica. La falta de evidencias ha llevado a los investigadores a interpretar la invasión como una migracion exclusivamente de preponderancia masculina, ahora las nuevas evidencias de enterramientos de joyas y ajuares femeninos de las mujeres que parecen poseer caracteristicas nordicas ha hecho que las interpretaciones anteriores tengan que ser puestas en duda . McLeod toma nota de las fallas en el argumento de una invasion exclusivamente masculina, como por ejemplo la falta de mujeres en el texto de los registros de la epoca. Se asume que estos textos registran principalmente escaramuzas guerreras, raramente un registro de gentes colonizando un lugar hasta epocas mas tardias. No es un claro indicador de la proporción real de hombres y mujeres, ya que el texto de estos registros en sí es bastante neutral al género, y la única mención de género es principalmente para los reyes de ambos lados del Inglés y por parte de los nórdicos.

Las interpretaciones de los ajuares funerarios se ha basado en las espadas y armas que se ligaron invariablemente al varon y broches y peines que significarian el entierro de una mujer. Cuando tanto la espada y las armas y los broches o ajuares femeninos se encontraron en un mismo enterramiento, el individuo se asumió como varón con una ofrenda por parte femenina en su sepelio, aunque McLeod sostiene que no hay razón que no haga posible qué una mujer pudiera ser enterrada con una espada. Al comparar los análisis obtenidos por la evaluación osteológica en contra de la mera evaluacion de los hallazgos materiales, McLeod encontró que la proporción de machos y hembras podria ser más igualitaria. El uso de materiales esqueléticos y su analisis pàra contrastar el sexo de un individuo puede ser difícil si los restos son fragmentados o dañados, pero es más fiable que la interpretación de sexo a partir de los ajuares que son asignados invariablemente guiados por las normas culturales , obviando otros criterios que puedan sernos desconocidos en lugar de la biología. McLeod plantea el reanálisis de los restos óseos de Repton y Heath Wood y asegura que era más probable que la proporción de machos y hembras fuese mas pareja, y que los errores en la interpretación eran más probables a raiz del error de metodo de equiparar el ajuar funerario y de género con el sexo biológico en vez de proceder a la asignacion de generos estudiando debidamente las osamentas. De esta evidencia y sus resultados McLeod argumenta que las mujeres evidencian claramente su presencia y que se encuentran en compañia con los hombres en las dos grandes invasiones desde 876 hasta 896. Esto también cambia las interpretaciones del pasado, donde encontramos que mayormente se pensaba que los hombres nórdicos se casaron con mujeres anglosajonas en detrimento de la posibilidad de que migrasen con sus familias o al menos en compañia de mujeres de su raza en numero significativo. Si los hombres traían a sus esposas o a mujeres solteras de su tierra, es menos probable que el matrimonio con las nativas anglosajonas se produjese de forma tan intensa como se especulaba hasta la fecha.

Otro estudio que advierte de las reservas en contra de la ecuación de la proporcion en la aparicion de las espadas y armamento comparada con el numero de los hombres nórdicos, y los problemas de género derivados del desconocimiento de las costumbres rituales del uso de los ajuares en los entierros, se llevó a cabo por Anne Graslund. Se evaluó un sesgo similar de la interpretación de las espadas, como indicativo del varón y la joyería como caracteristica femenina. Ella argumentó que el sexo osteológico era tan importante como las evidencias materiales del ajuar, ya que las mujeres ligadas con los entierros de estilo guerrero habían sido descubiertas y perfectamente registradas con anterioridad. De este modo, llegó a la conclusión de que las mujeres nordicas no solo eran iguales en muchos aspectos a los hombres, sino que desempeñaron un papel diferente como cuidadoras de la casa, y tenían un radio de accion y libertades ligadas a su cultura para llegar mas lejos del rol de meras madres y esposas Con los nórdicos migrando con la intención de invadir Inglaterra, habría sido importante para ellos que las mujeres de su propia raza hiciesen el viaje con ellos. Además, existe la evidencia textual de los vikingos y su cultura y no se discute el papel de las poderosas reinas femeninas como Thyra que gobernaron en la ausencia de su marido, y el texto de Sajonia desde 1200 establece que "hubo una vez entre las mujeres en Dinamarca un tiempo en que se vestían para parecer hombres y pasaban todas las pruebas necesarias para adiestrarse como soldados '".

Si bien no hay una respuesta clara en cuanto a la proporción de hombres nórdicos comparada a la presencia de las mujeres de su misma raza en Inglaterra, o los roles de género reales y las atribuciones que puedan ser discutidas, el estudio en sí sigue siendo importante y los argumentos parecen ser consistentes, ya que el mero hecho de que algun resto oseo que se habia atribuido primero a un varon , resultase ser de una mujer, pese a ser encontrado con todos los atributos que se consideraban "masculunos" ya es es si importante y plantea una serie de "dudas muy razonables" . Los roles de género no son dicotómicos, y tratarlos como tal, es perjudicial para nuestra interpretación del pasado. Al permitir la fluidez en los roles de género, y dejar que las evidencias a partir de los analisis oseos hablen por sí mismas, podemos crear interpretaciones más matizadas del pasado y hacernos una idea mas precisa o al menos mas cercana a la realidad

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