En las remotas islas Baffin, en el Océano Ártico de Canadá, la arqueóloga Patricia Sutherland, del Museo de Civilizaciones del país, se encuentra investigando lo que sería uno de los mas espectaculares hallazgos arqueologicos de esta decada, se trataria del segundo asentamiento vikingo en el continente americano, descubierto hasta la fecha.La especialista destacó en una conferencia de prensa a principios de mes, que durante los últimos 50 años revisaron la costa este de América del Norte en busca de rastros de los vikingos, sin éxito hasta llegar a la isla Baffin, donde encontraron herramientas características de estos navegantes noruegos, informa National Geographic.
Se trata de unas piedras afiladas y herramientas con aleaciones de cobre y bronce, típicas de sus orfebres, y desconocidos en los habitantes nativos del Ártico.
“Si bien había evidencia convincente antes, ahora me resulta más convincente”, declaró el Dr. James Tuck, profesor de arqueología del Memorial University en Newfoundland, que junto a la Universidad de Aberdeen realiza estudios.
El nuevo descubrimiento se suma a otro sitio en Canadá, en el extremo de la Gran Península del Norte de la Isla Terranova (Newfoundland), donde existe un parque que alberga los primeros vestigios encontrados de un asentamiento de los vikingos, y que data del siglo XI.
Fue reconocido como tal en 1960 y excavado posteriormente. Si bien en el lugar también hay rastros humanos de cinco mil años atrás, el pueblo más característico y definido de esta región son los Eskirms, quienes habitan la región desde los años 400 a 700 aproximadamente.
Para los historiadores la ocupación de los vikingos hasta ahora documentada en Terranova consiste en ocho casas y cuatro talleres, que revelan con detalle el estilo de vida que tenían. En el lugar se encontraron más de 100 implementos que usaban en la vida diaria, informa la UNESCO.Los edificios son análogos a los descubiertos en Groenlandia, destaca National Geographic, y sus construcciones son las que tenían en Noruega, descritas por la UNESCO, con una cubierta con césped, techos particularmente puntiagudos, tabiques de turba, y distribución de habitaciones chimeneas y aberturas característicos.
Esta costa azotada por el viento ofrece a los visitantes que quieren remontarse al pasado un sendero donde alguna vez caminaron estos viajeros nórdicos de los cuales hay muchos mitos e historias.
El pueblo vikingo
Según una investigación de la Universidad de Aberdeen, la literatura medieval describe a los Vikingos como grandes guerreros, que en los últimos años de la sociedad enfrentaron un creciente problema de violencia.
El pueblo vikingo es originario de Noruega y Suecia, y más tarde formó parte de los germánicos. Fueron famosos por sus invasiones en toda Europa y por sus saqueos a los monasterios. Mantuvieron aterrorizada a la población de inicios de la edad media.Sobre este tema el informe de Aberdeen señala que existía incluso preocupación en su propio territorio de origen, en Escandinavia por el tema de la violencia, donde “los vikingos tenían un sistema legal sofisticado”. Ellos temían el comportamiento de aquellos que regresaban tras invadir y saquear otras tierras. A su vez que en el exterior, fuera del control del propio gobierno los guerreros vikingos “no tenían un estado que los hiciera cumplir” las leyes, destaca la Universidad.
En el texto 'The way Viking', del profesor Neil Price, de dicha Universidad, se describe que estos violentos invasores practicaban ritos mágicos antes de sus batallas, al punto que la magia y sus implicaciones era un aspecto importante de su sociedad.Según Price, además de que los vikingos tenían diferentes creencias espirituales, está descrita la agresividad de este pueblo en los textos medievales por parte de algunos agricultores. Ellos encontraron además la evidencia de estos relatos al descubrir “elementos de agresión”, además de rituales, en algunas tumbas de mujeres vikingas.
En 1066, la caída del Rey Harald, apodado el Despiadado, en la batalla del Puente Stamford, señalaría el fin de su período en la historia.
Sabemos realmente muy poco del asentamiento vikingo descubierto en Anse-aux-Meadows en los años sesenta. La arqueología vikinga en América del Norte alberga ahora un segundo asentamiento, cuyo origen se confirmó en una conferencia a principios de octubre. Evidencias de la interacción entre nativos americanos y escandinavos también se presentaron.
No es que los vikingos conquistaran el Nuevo Mundo varios siglos antes que Cristobal Colón. En la conferencia titulada, By land or by sea: changing worlds, que se celebró en Canadá a principios de octubre, la arqueóloga Patricia Sutherland anunció haber encontrado un segundo asentamiento vikingo en suelo canadiense. Situado en la isla polar de Baffin, el asentamiento lleva siendo estudiado desde 1999.
Allí, los arqueólogos han encontrado en los restos de una construcción de varios siglos de antigüedad unas piedras de afilar que tienen rastros de bronce. Los vikingos dominaban la metalurgia de esta aleación, pero no los indios de la región. También encontraron cordeles, los primeros elementos que despertaron el interés de los arqueólogos, unos cordeles realizados con un procedimiento de tejido totalmente desconocido por los locales.
“Ahora las pruebas de Patricia Sutherland son convincentes“, explica a National Geographic su colega James Tuck, que afirma que es indiscutible que los vikingos llegaron a América antes que Cristobal Colón. Los investigadores también encontraron rastros de pieles de ratas europeas, un hueso de ballena tallado como lo hacían los vikingos de Groenlandia y la mampostería de piedra que en la epoca estaba vigente en Europa.A mayor escala y sin un rastro de casas o construcciones, diversas piedras de moler se encontraron en cuatro sitios en un área de 1600 km de longitud. En estas piedras se observó la presencia de trazas de bronce, cobre y hierro forjado. Por lo tanto, pertenecían en ese mismo tiempo a los vikingos. Los arqueólogos concluyen que han tenido que mantener relaciones comerciales con los indios de la época, el pueblo de Dorset.
Los vikingos, además de su curiosidad y su gusto por la aventura, estarían interesados en esta área porque encontraban en ella diversos productos, tales como el marfil de morsa y pieles de zorro que fueron muy populares en Europa. Los vikingos tuvieron que establecer un sistema de trueque con los cazadores de la cultura Dorset a cambio de madera y metal por las pieles de las bestias.
Pero a la pregunta de si los Vikingos llegaron al Nuevo Mundo no se puede responder con seguridad. Los textos islandeses indican que habían ido lo suficientemente lejos al oeste de Groenlandia como para haber llegado a América, y habitado una zona en concreto que una vez colonizada por los vikingos pudo mantenerse como base de operaciones el tiempo suficiente , como para haber sido capaces de establecerse en lo que hoy son las islas canadienses.
La existencia de pruebas falsas como el famoso mapa de Vinland que ha sido manipulado podrían causar problemas, pero al primer yacimiento arqueológico descubierto en los años 60 en un lugar llamado Anse aux Meadows, en la isla de Terranova hay que añadir estos nuevos restos de la isla de Baffin. Las dataciones indican que el puesto de avanzada debió ser utilizado entre 989 y 1020, según los investigadores. Así que ahora que sabemos que los que llegaron a Terranova no fueron los únicos nórdicos que habían completado este gran viaje.
Durante los últimos 50 años - desde el descubrimiento de un asentamiento de millar de años de lo que parece ser una estación de paso vikinga en Terranova - Arqueólogos e historiadores aficionados han peinado la costa este de América del Norte en busca de rastros de visitantes vikingos.
Ha sido una larga búsqueda, sin fruto, llena de afirmaciones extravagantes y fracasos vergonzosos. Pero en una conferencia en Canadá a principios de este mes, la arqueóloga Patricia Sutherland anunció nuevas evidencias que apuntan fuertemente al descubrimiento de un segundo asentamiento firme en tierra americana.
Mientras que trabajaban en la excavación en las ruinas de un edificio centenario en la isla de Baffin , muy por encima del Círculo Polar Ártico, un equipo dirigido por Sutherland, profesora adjunta de arqueología en la Universidad Memorial de Terranova e investigadora en la Universidad de Aberdeen en Escocia , encontraron algunas piedras de afilar muy interesantes. Estudiando las ranuras en las herramientas de afilado de cuchillas hay huellas de aleaciones de cobre como el bronce y de materiales conocidos por haber sido hechas por orfebres vikingos que dominaban el forjado de metales, pero evidenciamos que este arte era desconocido entre los habitantes nativos del Ártico.
En conjunto con sus descubrimientos anteriores, los nuevos descubrimientos de Sutherland parecen fortalecer aún más las razones para estimar la posibliidad de que hayan encontrado el rastro de un campamento vikingo en la isla de Baffin. Los arqueólogos han sabido por mucho tiempo que los marinos vikingos zarparon hacia el Nuevo Mundo, en torno al año 1000. Un popular relato islandés en forma de saga narra las hazañas de Leif Eriksson, un jefe vikingo de Groenlandia que navegó hacia el oeste en busca de fortuna. Según la saga, Eriksson se detuvo el tiempo suficiente en la isla de Baffin como para tomarse su tiempo para explorar por la costa de lo que llamo Helluland , una antigua palabra nórdica que significa "tierra de las losas de piedra", antes de dirigirse hacia el sur a un lugar que llamó Vinland.
En la década de 1960 dos investigadores noruegos Helge Ingstad y Anne Stine Ingstad , descubrieron y excavaron el campamento vikingo en L'Anse aux Meadows en el extremo norte de Terranova, el primer puesto de avanzada confirmado y atribuido de forma aceptada al pueblo vikingo en las Américas. Fechado entre 989 y 1020, el campamento contaba con tres grandes salones , así como una variedad de cabañas para tejer, herrería y reparación de buques.
Como se informó en la edición de noviembre de National Geographic , Sutherland se enteró de otra estación posiblemente nordica en Baffin en 1999, cuando vio dos piezas inusuales de cable o correajes trenzados con una tecnica que desconocian los pobladores locales y que había sido excavado en un lugar en la isla de Baffin por un arqueólogo anterior y se almacenaba en el Museo Canadiense de la Civilización en Gatineau, Quebec.
Sutherland observó que las hebras se parecían muy poco a los cordones que solian trenzar los cazadores de animales del Ártico, estos eran mas bien tendones curtidos y secos retorcidos en cuerdas. Las cuerdas resultaron ser una artesania experta solo posible por las tecnicas de tejido y hilado Vikingo, idéntico a la técnica de hilo producido por las mujeres que vivieron en las aldeas vikingas en Groenlandia en el siglo 14.
El descubrimiento llevó a Sutherland a buscar en otras colecciones del museo para encontrar evidencias de más artefactos vikingos de la isla de Baffin y otros sitios. Ella encontró varias piezas de hilo y un tesoro vikingo un pequeño engranaje previamente pasado por alto , de madera tallada, tablills de las cuentas para las transacciones comerciales y docenas de piedras de afilar vikingos.
Los artefactos provenían de cuatro sitios, que van desde el norte de la isla de Baffin hasta el norte de Labrador, a una distancia de mil millas (1.600 kilómetros). Obviamente no tardo mucho en saber que los Indígenas cazadores árticos conocidos como el pueblo de Dorset habían acampado en cada uno de los sitios, aumentando la posibilidad de que se habían puesto en contacto amistoso con los Vikings.Y comparando el arte y las tecnicas nativas, esa suposicion se transformo en firme certeza.
Intrigada, Sutherland decidió reabrir las excavaciones en el lugar más prometedor, un lugar conocido como Tanfield Valley en la costa sureste de la isla de Baffin. En la década de 1960 el arqueólogo Moreau Maxwell había excavado partes de un edificio de piedra y césped allí, y lo describió como "muy difícil de interpretar." Sutherland intuia que los marinos vikingos habían construido la estructura.
Desde el año 2001 el equipo de Sutherland ha estado explorando Tanfield Valley y ha procedido a excavar cuidadosamente las piezas supervivientes de las ruinas misteriosas. Han descubierto una amplia gama de pruebas que apuntan a la presencia de los marinos vikingos: fragmentos de piel de roedores exclusivos del Viejo Mundo, una costilla tallada de ballena y una pala similar a los utilizados por los colonos vikingos en Groenlandia para cortar césped, grandes piedras que parecen haber sido cortadas y moldeadas por alguien familiarizado con mampostería de piedra Europea, y más hilo Vikingo (trenzados) y piedras de afilar. Y las ruinas de piedra tienen un parecido sorprendente con algunos edificios vikingos en Groenlandia.
Sin embargo, algunos investigadores del Ártico se mantuvieron escépticos. La mayoría de los fechados radiocarbónicos obtenidos por los arqueólogos anteriores habían sugerido que Tanfield valle estuvo habitado mucho antes que los vikingos llegaron al Nuevo Mundo. Pero, como señala Sutherland, el sitio muestra evidencias de un complejo que habria sufrido el impacto de varias ocupaciones, y una de las fechas de radiocarbono indica que el valle fue ocupado en el siglo 14, cuando los colonos vikingos cultivaban la excasa tierra fertil a lo largo de la costa cerca de Groenlandia y comerciaban como podian con las tribus locales.
En busca de otras pistas que ayuden a resolver el misterio, Sutherland se volvió a documentarse hacia el Servicio Geológico de Canadá . Utilizando una técnica conocida como espectroscopia de dispersión de energía, el equipo examinó los surcos de desgaste en más de 20 piedras de afilar de Tanfield Valley y otros sitios. Sutherland y sus colegas detectaron estrías microscópicas de bronce, latón, hierro fundido y estio se presento como evidencia de la metalurgia europea, que presentó el 7 de octubre en una reunión del Consejo de Arqueología Histórica del Nordeste en St. John, Canadá. Nadie pudo entonces poner pega alguna, como ya hemos dicho, los nativos desconocian por completo las tecnicas de forjado del metal.
Sutherland especula que las partidas de los marineros vikingos viajaron al Ártico canadiense en busca de valiosos recursos. En el norte de Europa en ese momento, los nobles medievales habrian apreciado notablemte las joyas hechas con marfil de morsa,asi como se habria considerado un lujo ataviarse con pieles suaves del Ártico, asi que los cazadores y tramperos fácilmente podría acumular dichos productos. Las Aguas de Helluland rebosaban de morsas, y sus costas abundaban en bosques repletos de zorros árticos y otros pequeños animales de peletería muy apreciada. Para el trueque de bienes, los comerciantes vikingos probablemente ofrecen trozos de hierro y trozos de madera que podrían ser talladas en figuras y otros bienes, dice Sutherland.
Si Sutherland es certera en sus suposiciones , las líneas de evidencias que se han descubierto pueden apuntar a un capítulo desconocido de la historia del Nuevo Mundo en la que los marinos vikingos y los nativos americanos eran cazadores y eventuales socios colaborando quizas durante un amplio periodo juntos en una red de comercio transatlántico. "Creo que las cosas eran mucho más complejas en esta parte del mundo de lo que la mayoría de la gente piensa", dijo Sutherland. James Tuck se muestra comforme. "Es bastante convincente la evidencia de que había una mucho mayor presencia nórdica en el Ártico canadiense de la que cualquiera de nosotros pensábamos".
3 comentarios:
Realmente interesante.
Saludos desde Galicia.
Bien, los vikingos estuvieron en una isla de Canadá pero eso no es descubrir un continente. Como tampoco lo es que le descubriese Colón. Las tierras eran conocidas desde mucho antes del presunto descubrimiento, sin embargo quienes de verdad descubrieron el continente fueron aquellos que son llamados los conquistadores. El hecho de que diga que Colón fue el descubridor es porque fue él o ellos quienes dieron fe de la existencia de esas tierras y ahí acaba toda su hazaña.
En primer lugar, es imposible saber a estas alturas si los nordicos fueron conscientes o no de que lo que habian encontrado era mucho mas que una isla enorme (las sagas hablan de varios avistamientos de tierras que llamaron por varios nombres, asi como de al menos dos o tres asentamientos en ellas), a partir de estos asentamientos, creo posible que los nordicos se aventurasen a explorar la costa y fuesen conscientes de que habian hayado una gran extension de tierra, otra cosa es que esto no tuviese relevancia mas alla de su raza dada la nula repercusion de estos hechos. En segundo lugarm, comno bien apuntas, Colon era un cenutrio que nunca supo que habia encontrado un nuevo continente, creia estar "en las indias" (o sea cerca de Japon o Ceilan!), como marino, no llegaba a los nordicos ni a la suela del zapato...en cuanto a los "descubridores", lo unico que hicieron fue expoliar y masacrar razas muy antiguas en nombre de sus respectivas naciones, Livingstone fue explorador y descubridor de muchas tierras,esta gentuza fueron otra cosa..conquistar a fuego y espada no es "descubrir"...al menos no para mi.
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