martes, 7 de agosto de 2012

Leyendas Nordicas. Canarl y la Armada Inmortal


“Escuchad bien, mi prole, pues estas son las palabras transmitidas a cada uno de los einherjar. Desde Canarl a sus huskarls y asi a todos los einherjar ha llegado esta historia.

Al principio, en la oscuridad del Vacio, Odin y  los Aesir nacieron de los gigantes y los viejos dioses. Matando a Ymir y haciendo de Aesirgard su hogar, los Aesir gobernaron sobre  los 9 mundos desde el Valhala, la casa de los valientes, en la tierra mas alla del reino mortal. Muchas y variadas eran las criaturas que vivian fuera de Middlegard: los alfar, los duerges, los trolls y los jotuns; de vez en cuando estos seres trataban de oponerse a la voluntad de los Aesir  o se enfrentaban con los dioses o sus protegidos, y en raras ocasiones iban al mismo Middlegard, para involucrarse en las obras de los hombres.Algunas criaturas se mostraron afables con los humanos, otras reflejaron un carácter heredado del caos primigenio.

Odin el del Unico Ojo, maestro de las runas y señor de la muerte, descendio  a Middlegard con sus Valkirias para buscar guerreros valientes, consciente de que no se mantendria mucho tiempo el fragil equilibro y tarde o temprano renaceria la era del hacha y se libraria la inevitable batalla entre los opuestos. Entre los muertos busco y escogio, tomando a los mas habiles y valerosos para que residieran en  el amplio salon del Valhala, donde disfrutar y pelear  eternamente, para convertirse en su guardia personal, hasta que el Ragnaroik viniera a reclamar a los dioses e hiciera temblar los cimientos  del mundo. Con su lanza y las runas Odin camino por los campos de los muertos, buscando los guerreros que detendrian a los jotuns y forjarian el destino de un nuevo mundo tras el final de Middlegard.

En los campos de una terrible batalla Odin encontró a un guerrero  que noto poseido de un aura de gran fuerza y tenacidad. Expulsado de su familia a causa de su furia y locura por la lucha y la sangre, este berserker reunio en torno a el a una leal banda de huskarls que compartieron su fama de gran guerrero y repartieron con el su botin y  sus riquezas , del mismo modo que  lucharon junto a el en todo momento. Pero heridos en la guerra, abatidos por la malvada brujeria de la hechiceria del enemigo  y mutilados por golpes mortales de un enemigo muy superior en numero cayeron uno a uno, sus cuerpos muertos quedaron esparcidos en el campo de batalla, donde Ia sangre tiño de un color rojo hierro la tierra. Solo el solitario berserker todavia vivia, su cuerpo proscrito se negaba a escuchar la llamada del cuerno de las valkirias. Se dice que desposeido de herencia y hogar, habia hecho de la guerra su unica razon de vida, y habia firmado un oscuro pacto magico con una Seidrkona que habia derramado sobre el, el poder de un hechizo oscuro.

Por su vitalidad y habilidad, Odin marco al guerrero; descendiendo sobre el hombre, como un ladron que busca despojos en el campo de batalla, susurro al espiritu agonizante del hombre, preguntando su nombre para poder llevar al guerrero a Valhala. Pero este, continuaba tambaleante en pie, como un especto, negandose a caer al suelo, pese a que su sangre manaba a borbotones de su cuerpo malherido.

‘Canarl, me llamo’, dijo entre jadeos el proscrito, pero me conocen  todos entre mis enemigos como el Perro Bastardo, pues mi familia me desheredo. He combatido en muchos campos de batalla desde entonces, pero debido a la marca runica sobre mi frente estoy condenado a no morir.


Odin observo la cabeza del hombre y vio alli la marca y supo que sus palabras eran ciertas, mientras su espada arrebatase al menos una vida en combate, este guerrero no caeria en esa batalla, y tratandose de un gran luchador, los muertos en combate se contaban por docenas a su derredor. Entonces, con la vision de su runico ojo Odin leyo los hilos de su destino, y cambio la suerte de Canarl.

Mientras tu valor se enfrente a la muerte, haras frente a los estragos del tiempo. Tu habilidad es portentosa, pero mi mano lo sera mas. Tu sangre se derramara sobre los campos tinendolos de rojo; yo te  dare mi sangre, y a traves de ella conoceras mi fuerza. ¡Que cobren fuerza los tendones de tus piernas! ¡Que cobre, fuerza tu mano para agarrar la lanza! ¡Por la marca runica nunca seras afectado por el paso del tiempo: por las artes de la guerra tu gobernaras y dirigiras a tus descendientes en mi nombre!.

A medida que Odin pronunciaba estas palabras acerco su lanza a la cara de Canarl, y por la punta de Gungnir discurrio la brillante sangre roja del dios. Tres gotas cayeron sobre los labios de Canarl, y fue golpeado con el arma de batalla en el pecho: Su cuerpo se retorcio y sus pulmones se ahogaron, y murio aun en vida. Pero tras esto, se levanto riendo como un poseso y clamando a grandes gritos el nombre de Allfather.

Con los podersos pronunciamientos del destino y el poder de sangre derramados sobre este guerrero, Odin dio a Canarl la eternidad, pero el destino demandaba una compensacion. El ojo de Odin se asomo de nuevo a los caminos del futuro y en torno a  las demandas de las normas. ‘Con este pacto secreto que has realizado deberas esconderte, y no ser descubierto, deberas huir de la luz de sol y del fuego. Ninguna carne contendra el poder de mantenerte con vida, ninguna carne podra intoxicarte; solo la sangre de los enemigos dara color a tu pecho. Con la sangre de la vida de  los fuertes se vera tu poder multiplicado. Has derramado sangre, y mas sangre habras de derramar, y solo acercandote a la fuerza de la  sangre del vencido tu y tu linaje conocereis la grandeza’.

De este modo, comprendio Allfather que no podia dejar libre a aquel guerrero inmortal entre los humanos, pues invariablemente su sed de sangre seria insaciable, de este modo, le ligo a su servicio, combatiendo a enemigos cada vez mas fuertes y brutales, como puedan ser los jotum, demonios del inframundos y las hordas del oscuro caos.

Al final, Odin hablo por ultima vez, en esta ocasion pausadamente y de forma deliberada, diciendo, ‘Pero si un dia te cansas de matar y  eludes los caminos de la guerra,  y si un dia  aceptas el mando de los Vanir y te acojes a su proteccion, entonces estaras al lado de ellos en las noches finales y a ellos te deveras; abandonaras la lanza y el hacha v no conoceras la paz para tus hermanos, pues con tu destino, has comprometido el suyo y  aunque tu encuentres la paz del Vanaheim , ellos seguiran en pie luchando y derramando la sangre de mis enemigos hasta el fin de los dias , cuando se cumpla el destino inexorable de los Dioses. Con las palabras de los Vanir sobreviviras de forma tranquila mientras los guerreros alcanzan la gloria y la muerte en el Ragnarok. Tras la postrera batalla, y si finalmente y pese a todo, no te ves forzado a abrazar el hacha y la lanza, ellos seran los que forgen tu destino con la nueva luz".

Odin se alejo de Canarl, recogiendo su lanza y llamando a sus cuervos. Canarl se levanto del suelo, y vio a muchos de sus hermanos caidos a su izquierda, acerco sus heridas sobre la boca de Ivar, su thegn, el cual se levanto; y a su derecha acerco sus heridas sobre la boca de Odindisa, su mujer, la cual se levanto; delante de el coloco sus heridas sobre la boca de Eyjolf, su skald, el cual se levanto. Y se encomendaron a los sacramentos de la muerte, y construyen alli una ciudad en honor a Odin . Desde entonces, se dice que parte de la sangre sagrada de Odin corre por las venas de estos guerreros, y que todos llevan en su pecho tatuado el nudo sagrado de Odin, y que alegres esperan caer en batalla, porque saben que Odin espera para darles nueva vida entre los suyos.

Nadie sabe si Canarl y los suyos se han cansado ya de combatir, ni cuantas generaciones han visto el amanecer desde el pacto, pero desde entonces, se teme a los que buscan el lazo sagrado con Odin, a los que esperan algun dia formar parte de la Armada de los Inmortales.
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