EL LOBO
MÍTICO
El
aspecto maléfico del mito del lobo lo asociara inevitablemente al aspecto mas
temble y oscuro, a las tinieblas, a los infiernos, al pecado, al engaño, a la
violencia; a la voracidad (lobo) y la concupiscencia y sexualidad mas primaria y salvaje (loba).
Este fue el significado promulgado por los cristianos, que lo asocian con el
diablo, y el culto al mismo en la Europa medieval, durante la baja edad media,
quiza como un residuo de las antiguas religiones paganas que se resistian a
morir, la humanidad en toda Europa vivia amedrentada con la posibilidad de la
llegada de "la era del lobo", no hara falta ser un gran genio para
intuir que se trata de una pervivencia velada del mito del Ragnarok celta y
germano-nordico .
Sin
embargo, en su aspecto benéfico, el lobo es un símbolo de luz, un símbolo
celeste, asociado a divinidades solares como Apolo por ejemplo o incluso a
diosas como Diana o Atenea que a veces tomaban la foma de lobas blancas.
Representará las cualidades deseables en el heroe de fuerza y valor, y aparecerá en numerosos
mitos fundacionales de ciudades, dinastías y clanes.
La noción
del lobo como guerrero enfurecido, fuera de sí, lider implacable y astuto,
aparecerá en Roma, asociado al dios Marte, pero también y esto es lo que nos
ocupa entre los pueblos del norte de Europa en la forma de los berserks, y como
símbolo de iniciación en sociedades guerreras de todo el mundo.
La loba
encarnará la divinidad ctónica, la fecundidad, y frecuentemente aparecerá como
nodriza de personajes importantes en la historia de los pueblos que le rendirán
culto. La diosa madre aparecera muchas veces ligada a la loba y esta a su vez
al astro de la noche, la luna.
Por
último el lobo, como otros cánidos, será asociado a la muerte y a los
infiernos, así como al descenso hacia la oscuridad iniciática. G. Durand señala
que existe una convergencia entre la mordedura del cánido y el temor al tiempo
devorador, Cronos, devorando el tiempo humano, y los astros que éste emplea
para medirlo. Sin embargo, es también el aspecto luminoso del lobo el que
conduce no sólo a los muertos, sino a las almas de los vivientes, por el camino
adecuado, para evitar su extravío, o bien haciéndoles superar diversas pruebas,
actuando a un tiempo como guía y guardián de los misterios que entraña la
oscuridad en la que él ve. Del mismo modo, encontramos al lobo como destructor
en los mitos nordicos, desde Fenris a los lobos que persigen a los dos astros
reyes, o la jauria salvaje de Hella presente en la ultima de las grandes
batallas en el Ragnarok.
El mito
del licántropo, del hombre transformado en lobo, tambien esta muy presente en
los mitos del norte, desde seres humanos que se transforman en bestias, el mito
del berserk o los o las guias de lobos.
De este
modo podemos perfilar mas o menos el corpus de la mitologia asociada al lobo en
Escandinavia:
La boca
del lobo, en la mitología escandinava, es un símbolo de reintegración cíclica,
similar al que encontramos en la india .En el Rigveda el devoto le pide al sol,
dios Pushan, que aparte del camino del hombre piadoso al hombre pernicioso; en
otro himno, se habla de la codorniz prisionera en la garganta del lobo Vrika,
posteriormente liberada; aquí la codorniz es un símbolo de luz, y la boca del
lobo las tinieblas, los infiernos; la liberación de las fauces del lobo es la
aurora, la luz iniciática que sucede al descenso a los infiernos.Sin embargo,
en la civilización hindú, el lobo también es héroe, así, en la epopeya del
Mahabharata, Vridokara (vientre de lobo) representa el valor, el honor y la
victoria del héroe. De este modo, encontramos que Fenris encarna el caos, la
oposicion a la justicia y el mandato de los dioses, arrancara la mano al mas
valeroso de los dioses, por añadidura señor de la justicia terrena, Tyr, que
desde ese entonces tendra que manejarse con su zurda (una analogia a que la
justicia humana nunca sera perfecta aun deribandola de los dioses, habra
siempre torceduras, una senda "izquierda" que exigira siempre mucho
control y dominio para administrar este don), del mismo modo, las fauces del
lobo devolveran el mundo a la oscuridad al final del tiempo, devorando la luz
del mundo (la luna y el sol), y a algunos de los mas eminentes dioses. De este
modo, el mundo permanecera en tinieblas hasta el nuevo renacer.
Skoll y Hati son gigantes en forma de lobos
que persiguen a (la) sol y a (el) luna,y eran causa de los temidos eclipses, en
los que se los hubieran tragado, de no ser por los hechizos forjados contra
ellos. A Fenrir, el lobo gigante, únicamente la magia de los enanos logrará
contenerlo un tiempo, hasta la batalla final, en la que éste se liberará y se
enfrentará al dios Odín, derrotándolo, y muriendo a su vez a manos de su hijo.
Sin
embargo, Odín, el dios principal, también se asocia al lobo en múltiples
ocasiones, llamandole Krampfar (el lobo sanguinario), llegando a adoptar su
forma. Lo acompañan siempre dos lobos, Gere y Freke, a los que alimenta en el
banquete de los guerreros que han muerto con honor, en el Valhalla. Igualmente,
estos dos grandes lobos presidiran la gran caceria , la caza salvaje de Odin
que persigue las almas corrompidas de los caidos en las noches invernales.
El lobo
también está asociado a la imagen del Berserk, un guerrero ritualmente
metamorfoseado en animal, llevado por un furor agresivo que lo hacía
invencible.Y no nos es dificil por analogia imaginar que este mismo culto de
los Ulfhednar (piel de lobo), pueda estar asociado a alguna secta adoradora de
Odin o quiza de Fenris como bestia caotica y infrenable en la batalla.
Del mismo
modo, encontraremos una rica simbologia (sobre todo para los rituales
chamanicos) en el pueblo Same:
Una
leyenda cuenta que al principio sólo existieron una pareja de humanos, sin
animales; y la mujer pidió a Kaïla, dios del cielo, que poblara la tierra. Éste
mandó perforar un agujero en el hielo, como los empleados en la pesca y de allí
salieron todos los animales, el último de los cuales, y más preciado, fue el caribú
que daría alimento, pieles y otros enseres a la comunidad. Sin embargo, al
cazar a los mejores, pronto no quedaron más que los enfermos o débiles.
Entonces la mujer volvió a pedir ayuda y, por el mismo sistema, pescó al lobo,
enviado por Amorak (el espíritu del lobo), para que devorara a los animales
débiles y mantuviera la calidad del caribú.
Igualmente
reseño parte de algunos mitos de pueblos esteparios que en su dia ocuparon
Europa, parte de esos mitos, sobrevivirian mutados en la mitologia Slava y
Rusa, mezclandose con los mitos nordicos llevados por los Rus:
MONGOLIA
:En esta zona, el mito del lobo azul reviste una fundamental importancia; el
lobo azul, Bortä-Tchino, o lobo celeste simboliza la luz uránica, el rayo; es
la pareja de la cierva blanca o leonada, que representa a la tierra, en la
unión sagrada de tierra y cielo, padres de la dinastía Khan, de la cual sería
descendiente Gengis Khan.
TURQUÍA
:Una leyenda explica cómo un pueblo fue masacrado, salvándose sólo por descuido
un niño, que sería recogido por una loba y protegido en su guarida.
Posteriormente la loba se convertiría en su mujer, y la descendencia de ambos
sería el origen de los primero turcos. Cada año, se ofrecían sacrificios en la
gruta en la que la loba habría dado a luz a los antepasados, lo que nos
recuerda a las lupercales romanas, y al igual que entre los romanos, entre los
turcos el lobo es un símbolo propiciatorio de fecundidad. En Anatolia, aún se
ve a las mujeres estériles invocar al lobo para tener hijos. En Kamchatka, en
la fiesta anual de octubre, se fabrica una imagen del lobo de heno y se
conserva un año con el fin de que despose a las jóvenes de la aldea.
EL LOBO
EN LOS BESTIARIOS:
Es
necesario pasar por este punto de analisis de la imagineria del lobo en el
medievo, para entender como la imagen mitico-sagrada del lobo pasa
practicamente intacta de los cultos paganos al nedievo, a su vez, nos ayudara a
entender todas las facetas del lobo como animal totemico y mistico:
En la
imaginería románica el lobo era una criatura iniciatica, para las cofradías de
constructores, simbolizaba el liderazgo y la fuerza del clan, la tribu como
fuerza capaz de construir la civilizacion a partir de la barbarie. En alquimia
el lobo era símbolo del antimonio y por tanto de saturno; por sus propiedades
de fijeza y solidez se contraponía al mercurio, volátil. Para la iglesia
medieval, el lobo estaba asociado al Maligno, y frecuentemente se le dota de un
talante excepcionalmente astuto y cruel. Se utiliza su condición de predador y
sus ataques al ganado, especialmente a las ovejas, para simbolizar al diablo
acechando y "robando" almas cristianas, al mínimo descuido del
desafortunado. El lobo era símbolo de voracidad, y la loba de concupiscencia y
lascivia. Es posible que algunas de las creencias populares acerca del lobo,
recogidas siglos más tarde en algunos tratados de caza tengan su precedente en
los bestiarios medievales. Algunos tópicos extendidos tienen cierta base real,
por ejemplo, el brillo de los ojos en la oscuridad (por las características de
la retina, sus ojos, al igual pero en menor grado que los felinos, reflejan la
luz para mejorar la visibilidad). Se dice también que en periodos de hambre,
"se alimentan de tierra"; y esto podría venir de haber visto al lobo
desenterrar los restos de alguna presa ( los lobos entierran en ocasiones
restos de sus cacerías para momentos de escasez), de este modo, se recoje entre
los mitos celtas, nordicos y germanos que el lobo se alimenta 4 meses de
tierra, 4 de aire (invernacion) y cuatro de carne. También se decía que un lobo
veía a una persona antes que ésta le viese a él, la persona perdía la voz, y
esto puede darse cuando una persona pasa mucho miedo. Otros tópicos que no
tienen ninguna base real son que el lobo nunca bebe agua (al contrario, tan
necesaria les es que no pueden vivir demasiado lejos de ella), aunque el mito
de su ferocidad le otorga el status de beber solo sangre, que no puede volver
la cabeza, que es un animal concupiscente ( sólo hay una pareja en una manada
de lobos, y sólo se aparea una vez al año, además las parejas de lobos suelen
mantenerse estables).Asi mismo, como descendiente de las bestias caoticas, solo
come de la parte izquierda de los animales que mata segun el mito, es inmune a
la primera bala o lanzada, y devora cadaveres humanos si tiene ocasion de
hallarlos , transformandose en el Loberno (una bestia mitad lobo mitad zorro).
Otros son exageraciones que subrayan la astucia atribuida al lobo, como la
capacidad de aullar con una pata en el hocico, para que parezca que son varios
en lugar de uno solo; o que cuando varios lobos cruzan un río se sujetan los
unos a otros por la cola, para que no se los lleve la corriente. Las más
tristes elucubraciones son, sin duda, las que conciernen a la crueldad del
lobo, por ejemplo, que el lobo ataca deliberadamente a una cierva preñada para
robarle el feto y devorarlo delante de ella, para después matarla. Sin embargo
hay otros curiosos mitos acerca de la "piedad" de la loba en celo,
que cria cachorros humanos, cuando estos crecen, resulta que su naturaleza y
entendimiento les hace estar por encima de toda la manada,. asi nacen los mitos
de las doncellas pastoras de lobos, tan presentes en los mitos celtas y
germano-nordicos.
EL LOBO,
MONSTRUO Y DEMONIO:
A
principios de la Edad Media, entre los celtas y germanos, el guerrero envidiaba
a los lobos su poder y atrevimiento. Algunos soldados galos incluso recubrían
su casco con una cabeza de lobo después de comer su corazón. Pero el lobo es
también un animal inteligente y paciente, capaz de esperar horas antes de
atacar a su presa. El pastor desatento se hace robar a sus ovejas, el
agricultor sus aves. Rápidamente nacen oscuras leyendas contadas en la noche
cerrada. Se culpa al lobo ahora de las desapariciones, ahora de las agresiones.
Desde la
Alta Edad Media, Carlomagno (en 813), reglamentará la caza del lobo. En primer
lugar, dará lugar a los loberos encargados de hacer desaparecer a los lobos por
cualquier medio. Las grandes desgracias de la Edad Media obligaron al lobo a
acercarse a los corrales del humano. Se
acostumbrarán a las presas domésticas.
Se
constataron entonces las primeras devastaciones sobre las manadas. Los lobos
empujados por el hambre llegan incluso hasta
a entrar en las ciudades y los pueblos. Muy rápidamente la imagen del
lobo lo presenta como algo diabólico, devorador de niños. En el siglo XII, la
mera idea del lobo aterroriza al pueblo, su imagen de monstruo, de bestia, ha
anclado en las mentalidades.
Y esto reinaba
tambien en el frio norte, donde el lobo era temido, se dejaban en el campo las
reses enfermas o malnutridas en invierno, para que el lobo tubiese su tributo,
incluso se preparaban estacadas alrrededor de las granjas y se mantenian
hogueras encendidas toda la noche para ahuyentarles.
El
nacimiento del animal de mano de Eva se describe en el Roman de Renard. Al lado
de la imagen del lobo estúpido (Ysengrin) del que el malvado zorro abusa, se
podía descubrir cómo la mujer que había implicado el hombre en su caída creaba
también al animal demoníaco que iba a atormentar sus noches.
Sin
respuesta, la Iglesia omnipresente en el mundo medieval, tiene una parte de
responsabilidad en esta sombría imagen del lobo. La moral judeo-cristiana
justificó y explicó estos miedos que atormentaban a señores y vasallos. El lobo
no sería otro que el Diablo, o su servidor que, devorando los cuerpos, se
apropiaba de las almas. Igualmente en el norte esto se veria reflejado en la
astuta maiobra de la iglesia, que uso la antigua practica del abandono de niños
(ya en desuso en la era vikinga) para incluir a estas criaturas como sadicos
demonios devoradores de almas inocentes.
En la
iconografía cristiana, el lobo aparece en principio como un símbolo de las
fuerzas diabólicas que amenazan al rebaño de fieles representados por corderos.
En el Fisiólogo de los primeros años de la cristiandad, el lobo que es un
animal listo y malvado, se hace el muerto cuando encuentra una persona, para
atacarle mejor a continuación. El « lobo disfrazado de pastor » simboliza a los
falsos profetas que tienen por objetivo "corromper a los inocentes".
Hubo intentos de replica por parte de los seguidores de los antiguos cultos,
pero entre celtas, germanos y nordicos, digamos que la iglesia lo tuvo sumamente
facil, el lobo era demoniaco, por añadidura, un dios que se hacia acompañar de
dos lobos, no podria ser mas que la representacion del mismisimo diablo.
Desde el
siglo IV, San Ambrosio, obispo de Milan afirmaba: « Si el lobo amenaza
con saltar sobre ti, toma una piedra, y huirá. Tu piedra, es Cristo. Si te
refugias en Cristo, él no podrá atemorizarte". El lobo era, pues, para los
cristianos, una amenaza tanto para su cuerpo como para su alma. Esta imagen de
la pura e inocente oveja puesta en peligro por la sombra del lobo permanecerá
por largo tiempo en nuestro inconsciente colectivo. (...)
En los
Misterios, obras representadas en las plazas de las catedrales, los actores que
encarnaban al Diablo estaban recubiertos por una piel de lobo, reforzando la
imagen popular del animal diabólico.
En el «
Bestiaire de Pierre de Beauvais » del siglo XIII, se puede leer una condena del
lobo sin nombre. « El lobo representa al Diablo, pues prueba constantemente
odio hacia la raza humana, y merodea en torno a los pensamientos de los fieles
con el fin de errar sus almas. […] Los ojos del lobo que brillan en la noche,
son obras del diablo, que parecen bellos y agradables a los hombres
desprovistos de razón, y a aquellos que son ciegos en los ojos de su corazón.
[...]El lobo roba toda fuerza de gritar a un hombre cuando lo ve él primero, y
así este hombre no puede recibir la ayuda de personas que se encuentran lejos
él. »
En la
edad Media, el lobo fue, pues, el chivo expiatorio del Maligno. Capturados en
vida, algunas veces fueron juzgados y condenados a la hoguera. Las habladurías
sobre los pactos con el Diablo, su presencia junto a las brujas que los
cabalgaban para ir al aquelarre, sus ataques contra los niños asustados; son
historias se extienden de pueblo en pueblo.
Los
naturalistas de la época no tenían una opinión mejor que los campesinos del
lobo. « El lobo es un animal terrible. Su mordedura es venenosa porque de buen
grado se alimenta de sapos.La hierba no vuelve a crecer por allí dónde
pasa". Los conductores de lobos que atormentaban los oscuros bosques
acompañados de sus siniestros camaradas mantenían los miedos. Muchas historias,
en todas las regiones de Francia, los citan con temor o respeto. Estos hombres,
se decía, hablaban con los lobos, curaban la rabia… pero cuando llamaban a su
puerta, caída la noche, era necesario darles techo y cena, ya que podían
también pedir a sus lobos que atacaran. Igualmente encontramos este mito
desvirtuado en los paises del norte, ya hemos hablado del origen del mito de
las pastoras de lobos, originalmente se podria tratar de niñas o niños
abandonados a su suerte en los bosques, alimentados y criados por las lobas,
estos acababan medrando y asumiendo el control de la manada, generalmente, rara
vez atacaban a los humanos, se limitaban a mantener un ferreo control sobre
ciertas zonas del monte o los bosques que les pertenecian por derecho, a cambio
de no atacar a los humanos o sus rebaños. La imagen que la iglesia daria de
este mito, degenero en seres demoniacos que eran hombres lobo, capaces de
azuzar a las bestias si no se les entregaba sumisamente tributos, o no se les
pagaba con el sacrificio de niños cada otoño.
En el
siglo XIV la imagen del lobo no mejoró demasiado. « El lobo adora la carne
humana, y puede ser si es muy fuerte, que no coma de otra » dicen las Crónicas.
Gaston III de Foix, dice Phébus, enunció las mismas creencias, precisando en
todo momento que el lobo prefería los niños « que tienen la carne más tierna ».
EL LOBO
SÍMBOLO DE VALENTÍA O DE ARREPENTIMIENTO:
La
Iglesia, en la Edad Media, hizo del lobo el compañero del Diablo. Los Tratados
de montería hablaban de un "bestia negra" que debe clasificarse entre
las "alimañas". El Roman de Renard, del siglo XII muestra a un
Ysengrin desequilibrado y estúpido. Con todo, en Francia, más de 1200 familias
llevaron escudos de armas o incluso divisas "al lobo". En el siglo
XV, Antoine de Ligne, príncipe de Mortagne, funda en Hainaut la orden de
caballería del Lobo para « devorar al lobo de Borgoña ».
El lobo
era allí un símbolo de valentía, fuerza y atrevimiento. Esta imagen había
nacido de la observación del lobo en caza. Ya, durante la Antigüedad, los
Romanos lo habían adoptado por esta razón como uno de los emblemas de sus
legiones. El 16 de agosto de 1513, se dijo, el conde Artois fue acompañado por
un verdadero lobo erguido que combatió por él en la batalla des Eperons.
Igualmente
entre los nordicos y germanos, el simbolo del lobo era apreciado, se
consideraba prestigioso cubrirse con una capa con una borla de piel de lobo, o
representar a este fiero animal en los escudos y estandartes de armas en el
medievo, por no incidir en la costumbre ancestral de los tocados de lobo de los
guerreros germanos y vikingos.
Incluso
el mundo cristiano encontró cualidades en el salvaje animal. En numerosas
leyendas hagiográficas, el lobo encarna el arrepentimiento. Ciertos Santos
tenían el poder de transformar su ferocidad en piedad. Desde el siglo XV, en
Normandía, San Loup (Lobo) le pasó una estrella alrededor del cuello. Un siglo
más tarde, Santa Austreberthe le hará reemplazar en su tarea al asno que había
devorado. Al lado de muchos santos, el lobo cumplirá las funciones más
diversas: perro lazarillo, transportador de piedra, buey de labranza, guardián
del ganado.
En la
literatura profana de la edad Media, los autores hacen referencia regularmente
a los « garoués », hombres metamorfoseados en lobos. Este hombre cautivo en el
cuerpo del animal continúa teniendo sentimientos humanos que el no puede
expresar por la palabra. Cuando un hombre lo trata con afecto, a menudo un
caballero o su dama, el garoué se convierte en su protector, del que no se
separará jamás. Se hace mención, por ejemplo, en el Ciclo Artúrico, al lado del
Rey Arturo.
Se
encuentra muy lejos entonces de la imagen del monstruo demoníaco. Aunque los
hombres lo temieran por su fuerza, su resistencia o su inteligencia, no podían
evitar respetarlo y admirarlo por las mismas razones.
Incluso
entre los nordicos y germanos el mito del Garou aparece, se trata de un tipo
especial de "berserk", uno, que al contrario que el comun de su
condicion, puede dominar su trance, es un guerrero de extraordinario valor y
fuerza, capaz de mantener a raya el solo a docenas de enemigos, comunmente
caera valerosamente en combate, defendiendo a su Jarl .
DEL
SIMBOLISMO DEL LOBO Y COMO SE RESEÑA EN LOS DICCIONARIOS A PARTIR DE LAS OBRAS CLASICAS:
Diccionario
de Símbolos, Jean Chevalier, Alain Gheerbrant. Ed. Herder, Barcelona, 1988.
pp.652-654
Lobo,
loba. Lobo es sinónimo de salvajismo y loba de desenfreno. Pero éstas son
nociones sumarias. La segunda sobre todo es conocida como nodriza de Rómulo y
Remo, como el emblema de Roma.
1. El
simbolismo del lobo, como bastantes otros, entraña dos aspectos: uno feroz y
satánico, el otro benéfico. Porque ve en la noche, es símbolo de luz. Ésta es
su significación entre los nórdicos y los griegos, donde se atribuye a Belen o
a Apolo (Apolo Licio). El simbolismo luminoso del lobo, usual en los países
septentrionales, no aparece en el dominio céltico, que ha identificada Lug (equivalente
u homólogo de Apolo) y el lince (y no el lobo).
(…) El
aspecto luminoso del lobo lo presenta como símbolo solar. También entre los
mongoles tiene carácter netamente celeste; es el ancestro de Gengis Khan. La
China igualmente conocía un lobo celeste (la estrella Sirius) que es el
guardian del palacio celestial (la Osa mayor). El carácter polar se encuentra
en la atribución del lobo al norte. Debe señalarse, sin embargo, que este papel
guardián da lugar al aspecto feroz del animal: así en ciertas regiones del
Japón lo invocan como protector contra los demás animales salvajes. Evoca una
idea de fuerza mal contenida, gastándose con furor, pero sin discernimiento.
2. El
lobo es un obstáculo en la ruta del peregrino árabe y la loba en la de Dante, donde
toma las dimensiones de la bestia del Apocalipsis. La iconografía hindú lo ve
como animal de mal augurio y lo atribuye a las divinidades en su aspecto
siniestro. La velocidad del animal se expresa por la relación del lobo con el
pecado y de la loba con la pasión, el deseo sensual. El lobo es una de las
formas dadas a Zeus (Lykaios), a quien se inmolaban seres humanos como
sacrificio en los tiempos en los que reinaba la magia agrícola, para poner
término a las sequías y plagas naturales de cualquier especie: “Zeus vertía
entonces la lluvia, fertilizaba los campos, y dirigía los vientos”.
3. La
boca del lobo, en la mitologia escandinava, es un símbolo de reintegración
cíclica, lo que sin duda nos remite al lobo que devora la codorniz, del que
habla el Rig Veda. Si, como hemos señalado, la codorniz es un símbolo de luz,
la boca del lobo es la noche, la caverna, los infiernos, la fase del pralaya
cósmico (…); la liberación de las fauces del lobo es la aurora, la luz
iniciática que sucede al descenso a los infiernos, el kalpa.
4. La
fuerza y el ardor en el combate hacen del lobo una legoría guerrera para
numerosos pueblos: “Yo soy el lobo solitario, merodeo en muchos países”, dice
un canto de guerra de los indios de la pradera americana. Semejantes metáforas
abundan en la poesia turca y mongol. Para estos pueblos, el mito del lobo azul
reviste una fundamental importancia; el lobo azul o lobo celeste es una
kratofanía de la luz uránica, del rayo; es la pareja de la cierva blanca o
leonada, que representa a la tierra, en la hierofanta tierra-cielo, de donde
nace, entre otros héroes y jefes de linajes, Gengis Khan.
5. Al
lobo azul celeste, creador de las dinastías mongolas y chinas, se opone la loba
de Rómulo y Remo, terrena sino ctónica. Tanto en un caso como en otro, este
animal queda asociado a la idea de fecundidad. La creencia popular en el país
turco ha conservado esta herencia hasta nuestros días. Así, entre los bezoar
apreciados por los yakuto en Liberia, el lobo se considera como el más poderoso
en este sentido; en Anatolia, es decir, en la otra extremidad de la extensión
geográfica de los pueblos altaicos, aún se ve a las mujeres estériles invocar
al lobo para tener hijos. En Kamchatka “con ocasión de la fiesta anual de
octubre, se fabrica una imagen del lobo de heno y se conserva un año para que
el lobo despose a las jóvenes de la aldea; entre los samoyedos se ha recogido
la leyenda de una mujer que vive en una caverna con un lobo”.
6. El
lobo, al igual que el perro desempeña un papel de psicopompo. Un mito de los
algonquinos lo presenta como hermano del demiurgo Menebuch, el gran conejo que
reina en el oeste, en el reino de los muertos. Semejante función de psicopompo
se le reconocía en Europa, como lo atestigua este canto mortuorio rumano:
Aparecerá
aún
El lobo
frente a ti
(…)
Tómalo
como hermano
Pues el
lobo conoce
El orden
de los bosques
(…)
Él te
conducirá
Por la
ruta llana
Hacia un
hijo de rey
Hacia el
paraíso.
(Trésor
de la poesie Universelle, por R.Caillois y J.C. Lambert, Paris 1958)
7. El
lobo en cuanto divinidad infernal existe ya en la mitologia grecolatina : la
loba de Mormólice, nodriza de Aqueronte, que amenaza a los niños, exactamente
como en nuestros días se evoca al gran lobo feroz; de un manto de piel de lobo
se reviste Hades, señor de los infiernos; las orejas del dios de la muerte de
los etruscos son de lobo; también, según Diodoro de Sicilia, Osiris resucita en
forma de lobo para ayudar a su mujer e hijo a vencer a su malvado hermano.
8. En la
tradición nórdica, los lobos simbolizan la muerte cósmica:son devoradores de
astros; lo cual evoca el jaguar ctónico de los centroamericanos, abriendo sus
monstruosas fauces para tragar al sol. Fenrir, el lobo gigante, es uno de los
enemigos más implacables de los dioses. Únicamente la magia de los enanos puede
detener su curso, gracias a una cinta mágia que no se puede romper o cortar. En
la mitología egipcia, Anubis, el gran psicopompo, es llamado Imp., el que tiene
forma de perro salvaje; en Cinopolis se lo reverencia como dios de los
infiernos (chacal).
(…) G.
Durand concluye excelentemente en estos términos: “Hay una convergencia muy
clara entre la mordedura de los cánidos y el temor del tiempo destructor.
Cronos aparece aquí con el rostro de Anubis, el monstruo que devora el tiempo
humano o ataca incluso los astros que miden el tiempo”.
9. El
lobo, en la imaginería europea de la edad media, es también la forma que
revisten más frecuentemente los brujos para presentarse al Sabbat, mientras que
las brujas, en las mismas ocasiones, llevan ligas de piel de lobo. En España es
la montura del brujo. La creencia en los licántropos u hombres-lobo está
atestiguada desde la antigüedad en Europa; Virgilio ya lo menciona. En Francia
apenas comenzaba a dudarse de ello en el reinado de Luis XIV. Es una de las
componentes de las creencias europeas, uno de los aspectos que sin duda
revisten los espíritus de los bosques.
Según
Collin de Plancy, “Bodin relata sin sonrojarse que en 1542 se vio una mañana a
ciento cincuenta hombres-lobo en una plaza de Constantinopla”. (…).
Diccionario
de Símbolos, Jean Chevalier, Alain Gheerbrant. Ed. Herder, Barcelona, 1988.
pp.652-
ALGUNAS
CONNOTACIONES INQUIETANTES DEL LOBO :
El lobo
persigue a su presa a través de grandes distancias. Puede confundir y agotar a
su víctima, forma parte de su naturaleza predadora y de cazador. Durante la
cacería junto a la manada, evidencia una astucia y eficacia capaz de competir
con el cazador humano. Este hecho quizá motivó la tendencia arcaica universal a
vislumbrar en el lobo una encarnación del mal. Pero el temor ante los poderes
depredatorios del animal de los aullidos también suscitó fascinación y promovió
la creencia de que en él bullen fuerzas extrañas,poderosas y misteriosas. Así,
en la costa noroeste de América del Norte, el lobo era venerado como poderoso
espíritu animal que concede al chamán potencia sobrenatural. Se obtenía de esta
manera una vivaz medicina con la que curar a los enfermos. Al cubrir su rostro
con una máscara de lobo, el chamán, hombre de lo sagrado, se vinculaba con
violentos espíritus de la caza. Los chamanes lapones y los sames se creían lobos y los chamanes
tunguses invocaban al lobo para ser poseídos por su espíritu. En diversas
culturas de raigambre chamánica, se relataban las visitas que los hechiceros
recibían de una mujer disfrazada de lobo. En la mitología nórdica, las
valquirias, mujeres guerreras, cabalgaban montadas en lobos para atravesar el
cielo y se relatan formidables batallas entre las hijas de Odin montando
formidables lobos blancos y las gigantas del caos, montando garms (enormes
perros demoniacos usando serpientes como bridas). En el contexto también de la
imaginación germánica, Odin muere durante la Ragnarok, la batalla final donde
se destruye el mundo. Entonces, Fenrir, el lobo cósmico-hijo monstruoso de
Loki- devora los restos del antiguo dios tuerto de la sabiduría. En la
mitología celta, un lobo celeste despedaza el sol cada atardecer para que la
noche no extienda su oscuro reino.
Rómulo y
Remo fueron fruto de un lazo clandestino entre Marte, dios de la guerra, y una
vestal. A causa de esta penumbra en su origen, los gemelos fueron arrojados al
Tíber para que allí encontraran una líquida tumba. Pero las aguas los llevaron
hasta la gruta del Lupercal, donde una gran loba, los acogió y amamantó. Cuando
luego, los dos hermanos fundaron Roma, su madre adoptiva resplandeció como
símbolo de la ciudad y expresión simbólica del valor y las garras destructoras
del imperio romano. En la Lupercal, fiesta romana de la fertilidad, se honraba
a la maternal loba mítica. Entre los nordicos, se habla de una estirpe de
semidioses, hombres descendientes de Tyr, que gobernaron el mundo como reyes
miticos, se les consideraba casi semidivinos, se decia que eran capaces de
doblegar a las bestias a mano desnuda, que todos eran zurdos (Tyr era manco por
eso sulo podia usar su mano zurda) y que los perros y bestias se tumbaban
sumisos a sus pies.
En la
Europa medieval tal y como venimos relatando recurrentemente, los lobos
suscitaron un profundo temor. Sus ataques sobre ovejas y demás ganado
doméstico, motivó, junto al miedo, la repulsa del animal cazador. Esta
presencia cercana y amenazante del lobo se combinó con la ancestral creencia en
hombres animales, humanos que, generalmente en la noche y al amparo de los
opalinos rayos lunares, se transformaban en letales bestias depredadoras. Esta
mágica transformación acontecía en el caso de los hombres leopardo y los
hombres hiena de África, y el hombre jaguar del Amazonas. Y era el caso también
de los hombres lobos en la tradición occidental. La leyenda del hombre lobo
nació en Arcadia, montañoso territorio de la Grecia antigua, atiborrado de
lobos. Esta creencia se entroncó con el culto del Zeus Licio (Zeus Lobo), y con
Licaón. En muchas leyendas, Licaón y sus hijos eran presentados como una
familia proclive a los excesos. Intrigado por estas anomalías, Zeus lo visitó
una vez, disfrazado de campesino. Licaón mandó servirle carne de un niño.
Encolerizado, Zeus volcó la mesa y, según algunas variantes de la leyenda,
luego, como castigo, transformó a Licaón en lobo. De esta leyenda procedería
después la expresión “licantropía” para aludir al hombre que se muta en animal
y que aúlla y ataca el ganado de los campesinos. Igualmente, encontraremos una
curiosa leyenda nordica, segun la cual, Odin y Loki viajam juntos por la
tierra, paran en una casa de una pareja bastante avara que rehusa matar un buen
cordero pra alimentarles, en su lugar,matan a un chucho desdentado y viejo y se
lo sirven de cena, pero Loki advierte la treta y encolerizado, se lo cuenta a
Odin que maldice a esta pareja, desde entonces, su estirpe se ve condenada a
transformarse en lobos cada noche de luna llena.
Y el lobo
es el señor del aullido. Autor de entrecortadas canciones en el bosque
nocturno.Lois Crisler, una científica norteamericana especialista en lobos,
describe el coro de aullidos de sus animales favoritos como un placer musical y
escalofriante: Fuimos despertados, en plena noche canadiense, por los aullidos
de los lobos. Probablemente, su canto figura entre las más hermosas
composiciones animales del mundo. Las dos voces cambiaban de continuo. Se
elevaban y descendían siempre en forma de acordes, nunca en unísono ni en
disonancia. Los intervalos alternaban entre terceras menores y quintas. A veces
se oía una nota larga de un lobo, mientras que la voz del otro tejía curiosos
acompañamientos alrededor de la del compañero. Sus sonidos, extraordinariamente
puros, recordaban los de un cuerno de caza. Los lobos se interrumpían
intempestivamente y entonces reinaba un silencio impresionante, como si
escucharan. La inquietante impetuosidad de aquel dúo nos envolvió en un miedo
oprimente¨.
Igualmente
encontramos el magico relato de los dos lobos de Odin dirigiendo la caza
salvaje, "uno aulla alto, el otro le responde bajo", o la referencia
de los cronistas romanos que narran
atemorizados la costumbre de los germanos de imitar el aullido del lobo antes de
lanzarse a la batalla, uno de ellos aulla en alto, mientras poco a poco, los
demas le responden como si se tratase de una manada, acabando aullando todos a
coro. No se ustedes, pero yo de ver a cientos de guerreros aullando como lobos
antes de la batalla, me sentiria sobrecogido y muy atemorizado.
LA
EDDA NORDICA Y LOS LOBOS:
Las Eddas
de Snorri Sturluson, son la fuente primaria de las interpretaciones actuales
sobre los mitos nórdicos. Bueno es que les demos un repaso acerca de lo que nos
hacen observar sobre el mito de los lobos:
Capitulo
XII "El Sol, la Luna y sus Perseguidores"
Entonces
dijo Gylfi:
"Rápido
viaja Sol, y parecería que está asustada, y no apresuraría más su marcha si
temiese la muerte"
Entonces
Har dice:
"No
es extraño que vaya deprisa; cerca va quien la persigue, y no tiene más salida
que escapar... Hay dos lobos, y el que va tras ella se llama Skoll; la asusta y
quiere atraparla. Y se llama hati (el que odia), hijo de Hrodvitin, el que
corre delante de ella y quiere atrapar a Luna, y así habrá de ser (finalmente
en el Ragnarokk, lo lograran) ... - luego explica el linaje de los lobos -
...La vieja giganta (Gyg) engrendra muchos hijos de gigantes, todos ellos en
figura de lobo, y de ahí vienen éstos. Y se dice que el más poderoso de ese
linaje es Mánagarm (lobo de la Luna), se alimenta con la vida de todos los
hombres que mueren, y tragará la luna y rociará con su sangre el cielo y todo
el aire. De ahí que el sol perderá su brillo y los vientos estarán intranquilos
y rugirán aquí y allá"
EL
CONDUCTOR DE ALMAS. TIR Y FENRIR. EL MITO ESCANDINAVO
"Los Ases educaron al Lobo (Fenrir); entre
todos ellos, Tyr era el único lo
suficientemente valiente para ir hasta él y darle de comer. Pero cuando los dioses vieron hasta que punto Fenrir
crecía cada día y recordaron que todas las profecías supieron que estaba destinado a provocar su perdición; entonces fabricaron una cadena extremadamente fuerte para
retenerlo"
Así comienza este mito
escandinavo. Los dioses intentaron contenerlo con cadenas, pero Fenrir las
rompió. Los Ases utilizaron entonces una cadena mágica, "hecha de seis partes: ruidos de paso de gatos, barba de
mujer, raíz de montañas, nervios de oso, aliento de pez y esputo de pájaros; (...) La cadena era lisa y dulce como un paño de seda, pero sólida y fuerte
(...)"
Los dioses quisieron encadenar a Fenrir, a una
isla llamada Gleipnir, pero el lobo desconfió. Exigió que, en prenda,
uno de los Ases colocara la mano entre sus dientes: "Los Ases se miraron
entre ellos; la petición era inesperado y
nadie quería ceder su mano. Entonces, Tyr tendió la derecha y la colocó entre las mandíbulas del lobo. Cuando este las cerró, la trampa quedó tendida y contra más se movía, más se cerraba la presa. Entonces, los Ases estallaron en carcajadas, todos
salvo Tyr: acababa de perder la mano". Gleipnir no se rompe más que en el “Ragna-rök”, el "destino de los dioses", también llamado "crepúsculo de los
dioses". Fenrir se convierte entonces en el sepulcro de hombres y dioses.
Este mito está ligado directamente al ocaso de un mundo, al fin
de un ciclo.
Vamos a examinar, a continuación, la naturaleza y el papel de los dos protagonistas, Tyr y Fenrir, que
nos permitirá comprender mejor el significado del mito.
”TIR”
La forma más habitual de su nombre es ”tiwas”. Procede del indo-europeo “deiwo”, o también “dyu”, que designa el cielo durante el día. De esta raíz han derivado
particularmente: el dios védico Dyaus, el
Cielo, el romano Júpiter, el griego
Zeus, el término francés "dieu", "divino". La raíz “div” quiere decir también en sánscrito, "brillar". En Escandinavia, “tyr” equivale a "dios", su plural es “tivas”. Snorri Sturlesson presenta así a Tyr: "Es el más valiente y el más bravo y decide la victoria en los combates; los valientes lo invocan.
Aquel que lucha con otros hombres y no retrocede jamás, es marcial como Tyr; también es sabio, de forma que se dice de quien es más sabio que los demás, que es sabio
como Tyr" . Representa, igual y principalmente, la ley y la justicia. Los
juramentos se hacen bajo su advocación, así como la celebración del Thing, que para los vikingos era, a la vez, el tribunal y la
asamblea. Otro nombre de Tyr es Irmin, que procede de Irminsul, el árbol y el eje del mundo germánico. El Irminsul asegura la cohesión y el orden del Universo.
En sánscrito, “rito” –literalmente, "lo que está perfectamente ajustado"-, la ley, y “dharma” -"lo que mantiene las cosas en su
lugar"-, expresan la misma idea. Este es el otro nombre de Tyr que
representa la ley y el orden. Ocupa con Odín la primera función de la sociedad
indogermánica, la sacerdotal y el ejercicio de la soberanía. Su sacrificio, narrado anteriormente, asegura, o más bien, salva, durante un tiempo, el orden del mundo. Por el contrario,
la pérdida de una parte de su fuerza y de su pureza,
perdiendo su brazo, es señal de desgracia
para el conjunto de los dioses. Snorri afirma: "Desde entonces, Tyr ya no
es llamado “saetir manna”, pacificador, conciliador de hombres".
La mitología escandinava cuenta otros mitos necesarios para la edificación y la estabilidad del mundo o episodios, como la muerte de Ymir, que
provocan el odio destructor de los Gigantes. Este odio engendra las potencias
que pondrán fin a este mismo mundo. La muerte acompaña la vida, la construcción llama a la
destrucción. Los mismos dioses están atrapados por el Devenir y el Mundo. En este lugar el orden y el caos,
el espíritu y la materia, se enfrentan y se mezclan. El más bravo y justo, Tyr, así como el símbolo mismo de la pureza, Balder, son los primeros afectados. Estas dos
tragedias marcan el fin de la Edad de Oro. Una grandiosa batalla cierra el
ciclo y es el punto de partida del “ragna-rök”, en curso del cual las fuerzas de la luz capitaneadas por Odín y las fuerzas tenebrosas conducidas por Loki y Fenrir, se matan entre
sí.
Tyr lucha contra una hipóstasis del lobo, Garm, el perro de los Infiernos. Con su mano izquierda
estrangula al monstruo, pero éste le hiere
mortalmente. Así perecen, y se
aniquilan, las representaciones del Cielo y de las Tinieblas durante la
disolución del ciclo.
FENRIR Y LA EDAD DEL LOBO
El lobo Fenrir es hijo de Loki y de la giganta
Angerboda. Su corazón, Hel, gobierna
sobre el reino de los muertos. Su padre se muestra como un perpetuo instigador
de conflictos, una fuente de problemas.
En su fuero interno, Loki detesta a los Ases e
intenta destruirlos y perjudicarles constantemente. A causa de sus artimañas, muere Balder, representación de la Edad de Oro y, por tanto, de su exilio fuera de nuestro mundo.
Así mismo, como hemos dicho, conduce a las fuerzas
obscuras que disuelven el mundo. Loki parece estar más próximo a los Gigantes que a los dioses. Los
Gigantes, uno de los cuales es Fenrir, son fuerzas elementales. El “Völuspa” se inicia invocándolas: "Yo
recuerdo a los Gigantes, nacidos en el origen". Estos, también son llamados Thursos, escarcha. Casi siempre residen en Jotumheim, se
dice también de ellos que pueblan el Utgard, "Recinto
exterior". Sueñan con invadir el
Midgard, "Recinto Medio", donde viven los hombres, en cuyo centro
reina el Asgard, "Recinto-de-los-Ases". Frecuentemente, son
localizados en el Este del mundo. Esta orientación indica su anterioridad pues en el Este se asiste al nacimiento del
Sol, al inicio de un ciclo, al comienzo del mundo.
Los Gigantes no son excesivamente malvados, los
dioses los confunden a menudo mediante trampas y artificios, y ellos se
muestran violentos. Sin embargo, algunos de entre ellos poseen una gran sabiduría y conservan la memoria de los orígenes. Así, Odín se enfrenta al gigante Vafthrudnir, cuyo nombre significa "Fuerte
en la pelea". Partiendo para esta lucha, confía en Frigg, su mujer:"Este es el antiguo saber que posee este muy
sabio gigante". Los dioses descienden de los Gigantes, pero, sin embargo,
representan otra generación, casi una mutación. La mitología griega comporta
una evolución similar entre los Titanes, la primera generación de los dioses, nacidos de Urano y los Olímpicos descendientes de Zeus.
En ambas tradiciones, se producen numerosos
conflictos entre los dos grupos. Según la tradición escandinava, los
lobos son de la raza de los Gigantes; son llamados "corceles grises de la
giganta". Para botar el barco fúnebre de Balder, los dioses piden la ayuda de la giganta Hyrrokkin que
se desplaza cabalgando sobre un lobo. En el “Gylfaginning”, a propósito de Skoll y de Hati, lobos que perseguían respectivamente al Sol y a la Luna, se dice: "Hay una giganta
que vive al Este del Mitgard, en un bosque que se llama Jarnvid ("Bosque
de hierro") (...). Esta vieja giganta engendra muchos hijos de gigantes,
todos bajo forma de lobos, y de allí proceden todos los lobos". El “Völuspa” evoca algo parecido:
"En el Este se establece la anciana
En el bosque de Hierro
Allí criaba a la raza de Fenrir (...)".
Los lobos, con Fenrir a la cabeza, representan la
venganza de los gigantes, su voluntad de destruir el mundo que se ha construido
a sus expensas. El “Völuspa” los contempla así:
"Ella chapoteó
En los ríos caudalosos
A hombres perjuros
Y lobos criminales (...)
El lobo despedazaba a los hombres (...)
Los monstruos viajaban
Todos con el Lobo (...)".
"La bestia va a saltar" no cesa de
repetir el “Volpa” (viajante), en el “Völuspa”; tal es su descripción en el período que precede al “ragna-rök”. El desorden, el odio, la maldad, las traiciones, la violencia, el
caos, invaden el mundo: "Los hermanos combatían entre ellos y se daban muerte unos a otros. Los padres mancillaban su
propio linaje; tiempos rudos en el mundo, adulterio universal, tiempos de
hachas, tiempos de espadas, los escudos están en alto, tiempos de tempestades, tiempos de lobos, antes que el mundo
se hunda: nadie perdonará a nadie". En
consecuencia: "(...) todos los lazos se romperán y serán arrancados".
Entonces, sobrevendrá el momento temido
desde hace mucho tiempo: "El lobo Fenrir se liberará". Entonces devorará al mundo: "El
lobo Fenrir, abriendo las mandíbulas, apoya la
inferior contra la Tierra, la superior contra el Cielo. Las abriría aún más si tuviera espacio. El fuego sobresale de sus ojos y de su
ocico". En el Asgard, se aprestan para el combate: "(...) Heimdal, se
alza con todas sus fuerzas en Gjallarhorn. Llama a todos los dioses y celebran
un consejo". Todos los dioses, salvo Loki que dirige las fuerzas enemigas,
acompañados por los héroes muertos con las armas en la mano, van al combate final: "A la
cabeza, cabalga Odín, con yelmo de oro
y hermosa cota de malla, con su lanza que llama Gungnir
("estremecedora"). Se dirige al encuentro del lobo Fenrir". El
lobo devora a Odín. Durante un
instante, podría creerse que el
mundo es definitivamente conquistado por las tinieblas y el caos: "Pero
acto seguido, Vidar se precipita y aplasta de una patada la mandíbula inferior del lobo. En ese pié lleva el calzado que, desde siempre, los tiempos han fabricado (...).
Con una mano agarra el maxilar superior del lobo y le arranca la mandíbula: es la muerte de Fenrir". Los dos ejércitos se aniquilan: Odín y Fenrir, Tyr y
Garm, Heimdal y Loki, Thor y Jormungandr, la serpiente gigante hermana de
Fenrir. Los hijos de los dioses sobreviven. Una nueva generación, hipóstasis de la precedente toma el relevo. Un nuevo
mundo empieza.
El Sol, justo antes de ser tragado por el lobo
Skoll, da nacimiento a otro sol que le sucede. Balder, la Edad de Oro, vuelve
entre los vivos.
El lobo simboliza pues, en la tradición escandinava, las fuerzas oscuras, elementales, que se infiltran y
corrompen, hasta disolver el mundo.
Con las diferentes partes del cuerpo de Ymir, antepasado
de los Gigantes, los dioses construyen el mundo. Los Gigantes representan a las
fuerzas naturales, y, por tanto, a la materia. Son diferentes elementos que,
con el paso del tiempo, involucionan y se hunden. En suma, el mundo muere de sí mismo, por sí mismo; las
potencias fundadoras son también las que matan. Lo
que da la vida, da igualmente la muerte, a continuación. La tradición hindú representa esta noción mediante Shiva
que personaliza, entre otras, la construcción y la destrucción. Se trata de una
ley fundamental de lo que los hindúes llaman “maya”, a la vez la materia, la forma, la potencia y la ilusión, el mundo. La única posibilidad de
escapar a este ciclo es unirse al Uno, el Espíritu, lo Eterno, más allá de la vida y de la muerte. A continuación veremos, que es el mismo lobo quien conduce también a la liberación.
El otro punto, directamente relacionado a lo que
precede, que nos parece importante precisar aquí, se refiere al crecimiento constante, inversamente proporcional a la
involución cíclica, de Fenrir. Cada día el lobo crece,
amenaza primero al mundo, hasta convertirse en gigantesco. Este proceso parece
inevitable.
Finalmente, con el paso del tiempo esta potencia
devastadora se convierte en un peligro cada vez más preocupante, que, finalmente, será mortal. Sin embargo, nada puede destruir a Fenrir o a Loki, ni siquiera
la idea misma es evocada en lugar alguno. Solamente Thor amenaza con matar a
Loki en el curso de una disputa y afronta a la serpiente gigante Jormungandr;
sin éxito pues su auxiliar se atemoriza. La única defensa, provisional que utilizan los dioses consiste en aislar a
Fenrir y a Loki, encadenándolos. Esto, por
lo demás, no detiene la involución; otras fuerzas disolventes están en marcha en el mundo, como los lobos Skoll y Hati, Jormungandr, los
gigantes, etc. Sin embargo, hasta el desencadenamiento de Loki y Fenrir, que tañen las campanas fúnebres del mundo,
una relativa estabilidad es preservada.
Sin embargo, el elemento decisivo viene del mundo
de los hombres. En efecto, además de las anomalías cósmicas (ausencia de sol, tres inviernos que se
suceden), lo que caracteriza a esta edad, son las guerras fratricidas, el
deshonor, el afán mortífero de lucro, las ambiciones, que desgarran el mundo de los hombres.
Estos últimos, tienen una responsabilidad determinante en
el desencadenamiento catastrófico de las fuerzas
obscuras. Pues, finalmente, si los dioses y los hombres no pueden destruir a
Fenrir, es precisamente porque se encuentra entre ellos y crece con ellos. Son
ellos quienes lo alimentan. El matar equivaldría para ellos, a matarse, o a transformarse. Es particulamente notable
que aquel que destruye a Fenrir, Vidar, vive en el bosque, representa el mundo
virgen, no corrupto, original, al margen del resto de dioses. Se le llama el
silencioso.
Fenrir es inherente al mundo. Su pareja en el
mundo escandinavo, es el cordero. El uno no puede encontrarse nunca sin el
otro. Ambos presentan los dos aspectos extremos de la realidad terrestre. Es
por ello que en el Paraíso, el lobo
cohabita pacíficamente con el cordero, ambos no forman más que uno: "El lobo vive con el cordero, la pantera se acuesta
cerca de la cabra, buey y león pacen juntos bajo
la mirada de un niño" (Isaías, XI, 6).
La Edad del Lobo, es el equivalente escandinavo de
la Edad de Hierro griega, del “kali-yuga”, la edad de los conflictos hindú, la última edad (5), aquella en las que ciertas
características del lobo son los valores, implícitos o explícitos, que dominan
el mundo, en particular: la voracidad, es decir, la bulimia de materia, la
inestabilidad, el individualismo.
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