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lunes, 14 de octubre de 2013

Un par de historias Islandesas con cierta moraleja:

Buscando leyendas y cuentos vikingos, llego a una copia “de seguridad” de un blog ya inexistente  (lleva sin revision desde 2009) , donde aparecen una serie de “anecdotas” atribuidas a un (o una) tal Arne R.P , presuntamente extraidas de su libro “Island Old Tales”.

Indudablemente, me intereso por encontrar mas referencias al autor o la obra en cuestion, y para variar, no encuentro ni rastro del uno  que parece haberse esfumado o del libro al que se hace referencia. En todo caso, las anecdotas o estractos de sagas o cuentos, me parecen divertidas y muy buenas, asi que no me he resistido a reproducirlas igualmente, traducidas del Ingles (intentando mantener el espiritu de la narracion para que se puedan entender), espero sean del agrado de todos:


OLAFUR EL SCALDO:Existio hace muchos años un hombre que vivia en todos y ningun lugar, vagaba de aldea en aldea ofreciendo sus servicios para cualquier tarea que pudiese reportarle algunas monedas. Olafur era su nombre (N.D.R : Curioso que este nombre se interprete directamente como “antepasado”), y ademas de diestro con el hacha, talando maderos, era tambien habil pescando, cazando focas y tallando madera, aunque, en cuanto obtenia un puñado de monedas, corria a la primera taberna o burdel que encontrase a gastarselas en cualquier tipo de mal alcohol y mujerzuelas. En cuanto bebia mas de la cuenta, le daba por alardear de que , podria haber sido un gran scaldo, pues era habil componiendo poemas y rimas.
Quiso la casualidad que, una de tantas noches de borracheras, le escuchase en sus balandronadas el siervo de un poderoso señor local, muy pagado de si mismo. Se trataba de un habil comerciante llegado de las viejas tierras del norte. Se dice que, empezo a fraguar fortuna como vikingo, en mas de una expedicion de saqueo, y que, años mas tarde, con la madurez sobre sus huesos, ansiando una vida tranquila, tomo a su esposa e hijos y partio hacia las tierras de Islandia, donde se hizo pronto con un nombre como comerciante de pieles.

Asi que, este notable , queria encontrar a un hombre al que narrar sus hazañas, y capaz de componer unas estrofas a su medida que pudiesen cantarse en las venideras generaciones en memoria suya. De esta manera, en cuanto regreso su sirviente, y le comento lo que Olafur iba diciendo acerca de sus dotes como scaldo, le falto tiempo para encargar a su siervo que le buscase y le hiciese comparecer en su presencia.

No fue dificil encontrarle, solo hubo de acercarse a la peor de las tabernas de la zona, donde se encontro al hombre gastandose las ultimas monedas que le quedaban en su bolsa, asin que en cuanto escucho el requerimiento del siervo, no puso reparo alguno en seguirle hasta el gran salon donde ceno en compañía del comerciante que le regalo todas sus aventuras , bien regadas con la mejor cerveza.

Pasada la velada, Olafur se retiro a descansar su borrachera sobre una tarima, no sin antes prometer que antes de la caida de la noche, tendria compuesta la primera tonada acerca de tan noble huesped. Asi que, paso el dia vagabundeando por toda la hacienda del mercader, esperando la hora de la cena, donde, despues de comer y beber, recito un poema que fue tan del agrado del anfitrion, que este aplaudio entusiasmado tras finalizar su declamacion.

Tras poner en sus manos la primera de las bolsas repleta de monedas, el anfitrion quiso conocer mejor a aquel hombre que escondia tan enorme talento, detras del aspecto desastrado de un vagabundo que apestaba a vino barato.

  • Dime Olafur, pues me han dicho que asi te llamas...¿Que es lo que mas aprecias de la vida?

El hombre arqueo una ceja y despues de soltar un enorme eructo, y apurar de nuevo el contenido de su cuerno respondio.
  • El dinero, el buen vino, las mujeres y la gloria!!

El mercader solto una sonora carcajada y pregunto de nuevo:

  • Y como es que un hombre de tu talento poner por delante el vil metal, las mujerzuelas y el vino, anticipandose a su propia gloria?

A lo que Olafur sonriendo y despues de vaciar una vez mas su cuerno, respondio con sorna:

  • Mirad mi señor, cuidaos de llenar bien mi bolsa para que pueda pagar buen vino con el que despertar mi ingenio y cuidad tambien que no me falte el goce de unas buenas caderas... despues de ello, ya me encargare yo de relatar para vos toda la gloria que os quepa en el pecho o se antoje a vuestra sesera.


UNA DONCELLA PACIENTE: Dicen que existio en una remota aldea de Islandia un hombre rico, llamado Narfi (N.D.R: Una vez mas hago notar el acierto del autor al atribuir este nombre a un hombre hipocrita, pues figura en los mitos como el nombre del hijo de Loki, dios del engaño), que era como muchos hombres pudientes, mezquino, estafador, y para mas señas, putañero, no dudando en engañar a su pobre esposa en cuanto tenia la menor ocasión. Sin embargo, de cara a sus vecinos, quiso aparecer como un hombre justo, y quien sabe si para limpiar su conciencia, sufrrago la mayor parte de la construccion de una pequeña capilla, a la que otros muchos nobles varones de la zona empezaron a aportar tambien sus fondos en mayor o menor medida.

Con esta capilla rematada, solo faltaba traer a ella una reliquia que le diese algo de renombre, asi que Narfi, tan hipocrita como siempre, encargo un cofrecito de plata a un mercader , y de mutuo acuerdo con el monje de la aldea (contento con contar con un nuevo lugar de culto a espensas de su benefactor) crear la leyenda de que en la capilla se guardaba la reliquia Santa, nada menos que un cabello de la mismisima madre del Salvador.

Cada domingo, se celebraba culto mayor, y ante todos los fieles, el sacerdote abria el cofrecillo y con suma delicadeza, tomaba el cabello del relicario, y lo iba extendiendo entre sus dedos, mientras el populacho caia de rodillas entre canticos y aleluyas.

Un buen dia, llego a la aldea una joven muchacha de extraordinaria belleza , Vigdis dicen que se llamaba (N.D.R: Una vez mas, hago hincapie en los nombres “Diosa de la batalla”), a la que Narfi encontro irresistible, y como pudo, se hizo el encontradizo con la muchacha que , obviamente por lo refinado de sus vestiduras , parecia de buena familia, para invitarla a presentarse en la casa de oracion en el domingo, a presenciar el “milagro” de la esposicion de la reliquia sagrada, que el mismo habia mandado traer de la lejana Roma.

A la muchacha no le parecio gran cosa alquel fanfarron , que habia dejado atrás sus años mozos hacia ya bastantes inviernos, pero tampoco quiso ser arisca, asi que, con su mejor sonrisa, respondio que si, que se presentaria en la iglesia a escuchar el oficio el domingo.

Llegado el dia, todos acudieron al templo, que se lleno de bote en bote, y entre ellos, en primera fila estaba Narfi que esperaba ver entrar a la muchacha a la que deseaba impresionar a toda costa. Ella abrio con cuidado la puerta, cuando ya casi estaba todo el vulgo congregado, y permanecio discretamente en pie en las ultimas filas, escuchando el oficio sin demasiado interes...hasta que llegado el momento de la exposicion de la reliquia, se acerco todo lo que pudo a primeras filas, para ver con detenimiento los movimientos de los dedos del monje que una vez mas, procedian a estirar el prodigioso cabello de la virgen Maria.

Todos se hincaron de rodillas cantando salmos, incluido Narfi, que vio con el rabillo del ojo, como la muchacha permanecia alli en pie, y sin mediar palabra, se daba media vuelta, para tomar el estrecho pasillo que todos le iban abriendo a su paso, antes de abandonar en silencio el templo.

La joven ni se volvio para mirar como sus pasos se alejaban de la capilla, tan solo dejo que sus pasos la acercasen a la plaza de la aldea, donde un desgarbado mozalbete llamado Oskr (N.D.R: Literalmente “capricho o deseo”) , le interrogo acerca de su mohin de desaprobacion.

Vigdis le narro como se habia encontrado con Narfi y como este le habia narrado con toda clase de detalles el prodigio de la reliquia, que ella esperaba ver con sus propios ojos...y como tras entrar en lo que ella llamo “la cabaña del Cristo Blanco” , no vio absolutamente nada !

El muchacho estallo en una carcajada y respondio encogiendose de hombros:

  • Bueno Señora...habeis de hacer un esfuerzo por ser paciente y hacer ejercicio de buena fe!. Tened en cuenta que en los muchos años que lleva exponiendose el sacro cabello de la doncella Maria, nadie lo ha visto con claridad!. Yo creo que ni el propio Narfi que habla de el con tanta devocion...y mucho menos el monigote que lo sostiene!....y tened en cuenta que ha de tener grande fe en ello, le va su futuro en ello, postula al puesto de Obispo!.



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