Vörðr: El espectro protector

Un vörðr (cuidador) o guarda es un espíritu guardián en la mitología nórdica, que se creia que sigue desde el nacimiento hasta la muerte al alma (hugr) de cada persona. En el sueco antiguo, la palabra correspondiente es varþer; y en el sueco moderno es vård. La creencia en ellos permaneció arraigada en el folclore escandinavo hasta estos últimos siglos incluso mucho mas alla del peso e influencia del cristianismo. La palabra inglesa wraith, que significa espectro, es derivada de vörðr.

En algunas ocasiones, el cuidador se puede revelar a sí mismo como una pequeña luz o como una figura de una persona de aspecto traslucido, dependiendo de la motivacion que haya desencadenado que se manifieste de forma visible,puede aparecer como un espectro de diferentes tonalidades ,desde la luminosa y clara a una apariencia oscura y tetrica,pasando por una presencia ignea como una presencia fantasmal dentro de una llama. La percepción del cuidador de otra persona podía causar una sensación física parecida a la picazón de una mano o la nariz, o una sensacion de tener escalofrios o sentirse continuamente observado, como una premonición de una aparición. El guardián puede llegar antes que la persona en sí, cosa que alguien dotado con finos sentidos puede percibir.

En alguna ocasion, el guardian no se manifiesta,pero manda sus señales, como una especie de presentimiento intuitivo que impulsa una accion refleja. Otras veces, al igual que las Fylgia, envian sueños profeticos mas o menos complejos de entender.

Un árbol muy viejo (generalmente un olmo o un fraxinus) creciendo en el terreno mas proximo  de la casa podía ser apodado árbol guardián, y se creía que protegía de la mala suerte pues era la morada de los espiritus ancestrales de la tierra que se posee (ligados a los Vaettir propios del clan). Romper una hoja o una ramilla del árbol guardián era considera una seria ofensa. Sin embargo, si se pedia permiso al arbol, estas ramas eran poderosas,podrian usarse para crear armas como arcos o juguetes para los niños,que cumplian a su vez una labor de amuletos portectores. De las ramas caidas de forma natural, se hacian objetos de adivinacion, como runas o amuletos, ya que se creia que el propio arbol ofrecia la rama con este fin.