UN DESCUBRIMIENTO RÚNICO CAMBIA LA HISTORIA DEL LENGUAJE ESCRITO
El descubrimiento de una tablilla de barro en las orillas del lago Kastoria en 1993 en el norte de Grecia abrió la puerta: ahora las pruebas lo han demostrado. Los signos que contiene son rúnicos y algunos de ellos están claramente emparentados con las versiones más antiguas de futhark. Pero la tabla data más de 7.000 años de antigüedad. Esto supone que la teoría según la cual los griegos tomaron los alfabetos de la cultura de Mesopotamia quedaría desmentida: el alfabeto base podría haber llegado del norte, y podríamos estar ante una prueba del proto-futhark, el alfabeto rúnico más antiguo de la historia, siendo, a su vez, el origen indoeuropeo de lenguaje griego, la más importante cumbre de la cultura occidental. De hecho algunos de los símbolos guardan ya gran parecido con runas del futhark antiguo, como se puede ver abajo.
En realidad, un lenguaje como el griego, que hace 2.800 años contaba con 800.000 palabras, cuando cualquier idioma moderno desarrollado cuenta con un promedio de 250.000, no podía desarrollar esa riqueza en unos pocos siglos después de haber importado los alfabetos, como se creía (y se cree...) desde oriente. El descubrimiento de la tablilla corrobora la teoría de que los griegos tenían un sistema propio y anterior cuya raíz estaba en Europa.
La tabla es 2.000 años más antigua que las inscripciones sumerias y 4.000 más antigua que las propias de la cultura creto-micénica.
Efectivamente, la historia no es como nos la han contado, y la arqueología supera la ficción.
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