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domingo, 13 de mayo de 2012

Leyendas Nordicas: Havelok el Danes.


- Leyenda de Dinamarca -

El anciano  konungr Birkabeyn, de Dinamarca, estaba próximo a morir. No sufría por abandonar este mundo pues habia tenido una vida sobradamente plena llena de victorias y gloria, sino por dejar huérfanos a su hijo Havelok y a dos niñas gemelas con pocos años de vida. Asi que antes de que la muerte le llegase ya viejo y cansado, intento disponer de sus ultimas voluntades antes de que se acabasen sus dias.

 Antes de expirar, el buen konungr llamó  a sus aposentos al Jarl Godard y le dijo:

- ¡Oh Godard! Mis hijos van a quedar huérfanos y desamparados en cuanto yo haya muerto… Te suplico que cuando yo muera, los acojas como hijos tuyos, y como tales los críes. Es el ultimo favor que como amigo te pido y mi ultimo mandato como señor tuyo antes de partir hacia la otra vida.

El Jarl Godard sabia que ya poco tiempo le quedaba , asi que asintio y prometió al anciano hacer lo que le pedía.

Murió pues el buen konungr, y su pérdida causó gran dolor al pueblo. Godard, llevado  por el ansia de poder y de la codicia por el trono, se hizo con el reino apenas se hubieron celebrado las exequias del Rey, mandó matar  sin ningun atisbo de piedad a las dos niñas y ordenó que se entregase a Havelok al pescador Grimm, un pobre hombre que vivia en los cenagales, el cual debía ahogar al pequeño, recibiendo en pago de su crimen una rica recompensa y la libertad, pues era siervo de Godard por una antigua deuda que no podia pagar con su miserable vida
.
El pescador acudio pues pesaroso a la llamada del nuevo tirano cogió al pequeño y lo llevó a su choza aquella misma noche; pensaba llevarlo con él a la mañana siguiente en su barca y arrojarlo en alta mar tal y como se le habia ordenado, aunque no le parecia el mejor de los cometidos, no tenia otra salida que obedecer

Durante la noche la mujer del pescador advirtió que el muchacho hablaba en sueños de las ultimas voluntades de su padre el viejo Konungr. Asi que se alarmo bastante, pues nada acerca de la identidad real del pequeño se habia revelado a su esposo. Despertó a su marido, diciéndole lo que pasaba. Después desnudaron al niño y descubrieron en su hombro derecho una «señal real». Entendieron enseguida que la runa que el pequeño tenmia grabada en la piel era un indicativo de su alto linaje.


 Comprendieron que el niño era el legitimo heredero de la casa de Birkabeyn y le rindieron homenaje, pidiéndole perdón también por el crimen que iban a cometer con él porque no eran mas que siervos y como tales tenian que obedecer a su amo. Pero Grimm temía la ira del conde Godard si se enteraba de que sabia quien era realmente el muchacho y no se sintio seguro, asi que se armo de valor y determinó huir con los suyos y con Havelok a Inglaterra. Por la mañana temprano aparejó la barca, y poniendo en ella todo lo que pudo recoger de su pobre morada, izó la vela y tomó la ruta de Inglaterra. Alli esperaba encontrar asilo entre los daneses del Danegeld,.


Llegó a las costas británicas y desembarcó en el lugar que aún hoy se llama Grimsby. Allí construyó una choza de zarzos y se dedicó a su oficio, en el que ya le ayudaba Havelok que resulto ser un chico servicial y atento. Pescaban y vendían su mercancía en las aldeas cercanas. Pero aquel año hubo gran escasez y hambre, y Havelok se vio forzado a colocarse como pinche  de cocina en el salon de Godrich de Cornualles. Éste era un noble señor, el cual, a la muerte del rey Athelwood de Inglaterra y como leal siervo, había recibido un encargo parecido al de Godard: es decir, el cuidado y la mision  de velar por la hija única del Rey, la hermosa Goldborough, y de darle por esposo, cuando llegase a la edad oportuna, al hombre mejor, más valiente y más hermoso que se encontrara. A veces el destino y las nornas tienden tapices muy enrevesados.

Havelok se colocó, pues, como pinche en la cocina del palacio y alli se mostro tan diestro y hacendoso como era su costumbre. Pronto fue apreciado por los cocineros y por las gentes que rondaban alrededor. Un día, en unos juegos populares en los que corrían caballeros y siervos, Havelok quiso tomar parte en las justas y juegos de los festejos. 

La primera prueba se trataba de un combate de lucha a mano desnuda, y el muchacho destaco bastante incluso contra chicos mas maduros que el. Acostumbrado a recibir instruccion en la Glima como parte de sus juegos, habia crecido fuerte y conocia ciertos rudimentos de la lucha. Sin embargo, llamo mas la atencion en otro tipo de prueba.Se trataba de un concurso de lanzamiento de piedras: muchos se burlaron del muchacho, que quería competir con los más forzudos lanzadores del país. Pero ante el asombro de todos, fue Havelok el que lanzó las piedras más pesadas a más distancia. Quiza la vida ruda que habia llevado lejos de su hogar, le habia formado los musculos y habia desarrollado una fuerza que no aparentaba por su edad.

Esto fue objeto de animados comentarios. Godrich oyó algunos de los más sabrosos, y preguntó de qué se trataba. Pues ya toda la corte hablaba de la hazaña del muchacho.

- Es un pinche de la cocina, parece un muchacho desgarbado, pero ha demostrado ser feurte como un buey, ya que en el concurso de lanzamiento de piedras ha vencido a los más fuertes y más diestros de todo el país – le contestaron.

Entonces Godrich meditó un plan para deshacerse de Goldborough. Pues la princesa de nada le servia, no podia casarla con los nobles cercanos, porque entonces ella seria la que heredaria el trono, pero tampoco matarla sin atraer sobre su persona sospechas .La unica forma de poder acceder al trono, era haciendo que la heredera pareciese no legitima para el puesto.

Mandó llamar a Havelok y a la princesa, y a la fuerza los obligó a que contrajeran matrimonio, aunque al menos el encontro agradable desposarse con tan bella muchacha. De esta manera pensaba que ya la princesa no podría reinar, por haber tomado por esposo a un siervo.Ella advirtio la oscura treta, pero nada pudo hacer excepto aceptar su destino y esperar que el esposo que le habia tocado aceptar de forma tan forzada no la tratase mal.

Durante la noche, Goldborough descubrió la verdad de la identidad de su esposo por lo que pudo entender de los sueños de Havelok, y en el hombro del muchacho vio al entregarse a el como buena esposa, la runa que era la señal de una familia noble entre los Daneses. En aquella misma noche tuvo un sueño que le anunciaba que Havelok reinaría alguna vez sobre Dinamarca y sobre Inglaterra.

Al otro día los jóvenes volvieron a la choza de Grimm en la que esperaban ser acogidos. Con gran sentimiento y tristeza supieron que el buen pescador había muerto; estaban solos sus hijos que se mostraron leales y amigables con la joven pareja. Con éstos embarcó Havelok y su esposa, dirigiéndose a Dinamarca.

Cuando desembarcaron en secreto, Havelok empezo a pensar en su venganza y  envió a uno de los hijos de Grimm a entrevistarse con Ubbe, poderoso Jarl y viejo amigo de su padre. El hijo del pescador fue a presenarse en el gran salon del Jarl y le transmitió el siguiente mensaje:

«Havelok, hijo del Rey, ha regresado de Inglaterra para librar a su reino de la tiranía de Godard.»

El servicial y noble Ubbe tuvo gran alegría al recibir la noticia, pues era leal a la memoria del viejo Konungr, y preparó a sus hombres muy en secreto para el combate. Envió a decir a Havelok que estaba a su servicio como vasallo y que esperaba que se pusiera al frente de las mesnadas para luchar contra el traidor. Y que pronto toda espada y hacha que se preciase de ser leal a su causa se reuniria en su ejercito.

Havelok fue al palacio de Ubbe, lo abrazó, dándole las gracias por su lealtad y su valor,  y  se armó y se puso al frente de los guerreros que no tardaron en congregarse en torno a el , pues no faltaban los descontentos con el usurpador . Se dirigieron a la bastion de Godard, y tras un reñido combate, lograron tomar la plaza y recuperar el trono. Havelok condenó al traidor a muerte, ya no solo por usurpar su trono, sino por el delito de haber asesinado a sus dos hermanas y haber intentado hacer lo propio con su persona. Después de esto, se coronó Konungr.

Pero aún quedaba vengar a Goldborough a quien amaba desesperadamente pese a las circunstancias forzadas de su union y devolverle el reino que le pertenecia por derecho. Cuatro años más tarde de su coronacion, Havelok armó un poderoso ejército y se preparo para tomar venganza en nombre de su esposa. Embarcó estas fuerzas en grandes naves y se dirigieron a Inglaterra. Desembarcaron, y en la primera batalla las tropas de Godrich fueron vencidas  y totalmente barridas y éste fue condenado a arder vivo en una hoguera. Y se dice que tanto Daneses como Ingleses no lamentaron tan terrible sentencia.

Más tarde, Havelok cumpliria la profecia del sueño de su amada, como esposo de Goldborough, fue consagrado en Londres como Rey, y así fue rey de Inglaterra y konungr de Dinamarca. Vivió muchos años en compañía de la hermosa Goldborough. Tuvieron  una amplia descendencia de quince hijos, y todos ellos fueron reyes y reinas dando origen a un glorioso linaje.

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